08.05.2013 Views

el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres

el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres

el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Digitalización de Elsa Martínez – mayo 2006<br />

EDELMIRO POMERANIO, PRIMER ACTOR<br />

DEL TEATRO DEL DRAMA RURAL<br />

Sería trabajo perdido tratar de presentar a nuestros lectores al<br />

extraordinario y popular actor Ed<strong>el</strong>miro Pomeranio. Todo <strong>el</strong> mundo lo conoce<br />

y le ha aplaudido varias veces. Y está en la memoria de todos <strong>el</strong> recuerdo de<br />

su excepcional labor en dramas rurales de tanto éxito como son los titulados:<br />

"La algarroba y <strong>el</strong> riachu<strong>el</strong>o", "¿Qué hacemos con <strong>el</strong> alcalde?", "Los<br />

pueblerinos epilépticos", "¡Trigo, mucho trigo!" y "¡Qué canalla, fingirse<br />

pastor!"<br />

He aquí las confesiones d<strong>el</strong> genial intérprete.<br />

* * *<br />

A pesar de que en la puertecita que da acceso al escenario d<strong>el</strong> Teatro<br />

d<strong>el</strong> Drama Rural hay un letrero que dice: "Se prohibe la entrada a los peatones",<br />

nosotros levantamos <strong>el</strong> picaporte y nos colamos. El portero nos cierra <strong>el</strong> paso.<br />

Es un hombre de unos ochenta y nueve años; estuvo en la guerra de Cuba y en<br />

<strong>el</strong> estreno de Electra, de Galdós, antes de que la hicieran compañía de<br />

<strong>el</strong>ectricidad.<br />

—¿El camerino d<strong>el</strong> señor Pomeranio? —preguntamos—. Queremos<br />

hablar un momento con él.<br />

—Pase usted. Está en <strong>el</strong> escenario dándole la puntilla al segundo acto d<strong>el</strong><br />

drama rural "Envidia y vendimia".<br />

Pasamos al escenario. El ajetreo de los tramoyistas, que no se dan un<br />

punto de reposo fumando cigarros, desconcierta un poco. Luego nos<br />

acostumbramos a aqu<strong>el</strong>la actividad febril. Un maquinista que, al pasar,<br />

llevando a cuestas un butacón, nos mete una pata por <strong>el</strong> oído derecho, acaba de<br />

familiarizarnos d<strong>el</strong> todo con <strong>el</strong> ambiente de entre bastidores.<br />

Hasta nosotros llega la voz d<strong>el</strong> prodigioso actor, que sobrecoge

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!