el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres
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Digitalización de Elsa Martínez – mayo 2006<br />
El <strong>libro</strong> d<strong>el</strong> <strong>convaleciente</strong> 233<br />
prueba una vez más la sagacidad de las autoridades norteamericanas y se<br />
cree que los malhechores no tardarán en hallarse bajo la ley.<br />
Durante todo <strong>el</strong> día de hoy ha reinado gran pánico en los demás<br />
Bancos; cualquier cosita producía extraordinaria alarma, y al estallar un<br />
neumático de bicicleta frente a la Banca Morgan, los empleados de<br />
dicha entidad comenzaron a disparar sus revólveres, y han caído, para<br />
no levantarse más, sesenta cuentacorrentistas y un almanaque de<br />
pared.<br />
En <strong>el</strong> Broadway y en la calle 47 se ha dejado sentir la influencia<br />
d<strong>el</strong> terror. En <strong>el</strong> primer sitio fue linchado un vendedor de hi<strong>el</strong>o, por<br />
suponérs<strong>el</strong>e complicado en <strong>el</strong> robo, y en la calle 49 estuvo a punto de<br />
ocurrir también algo gordo; pero, por fin, no pasó nada. Se cree que si<br />
no pasó nada es porque la circulación está ahora interrumpida en dicha<br />
calle.<br />
Ampliaré noticias.<br />
RELATO DETALLADO DEL ROBO<br />
New York, 12 mañana.<br />
Ya va reconstruyéndose <strong>el</strong> robo d<strong>el</strong> Banco Pound, y puedo, por<br />
lo tanto, r<strong>el</strong>atarlo a nuestros lectores. El r<strong>el</strong>ato que me ha hecho de este<br />
escandaloso asunto <strong>el</strong> pocero de Baltimore, señor White, es como sigue.<br />
Ayer tarde, la vida financiera d<strong>el</strong> Banco Pound se desarrolló<br />
siguiendo la práctica ya establecida por este Banco, que es la que rige<br />
todos los Bancos d<strong>el</strong> mundo, y que consiste en dar infinidad de<br />
facilidades al cliente para que meta dinero en las cajas y oponer cincuenta<br />
mil obstáculos a todo aqu<strong>el</strong> que quiera sacar de allí un solo céntimo.<br />
En las primeras horas d<strong>el</strong> trabajo nada anormal se anotó, aparte<br />
de los seis mil cheques falsos que se presentaron al cobro. Pero como<br />
estas cosas ocurren a diario en los Bancos, nadie las tiene clasificadas<br />
como anormales. El cheque no se paga; un detective d<strong>el</strong> Banco se lleva<br />
detenido al que lo ha presentado, y ahí su<strong>el</strong>e acabar <strong>el</strong> asunto.<br />
Momentos antes de cerrar las ventanillas de pagos, una orquesta<br />
de jazz-band, situada en un Hot<strong>el</strong>, distante dos kilómetros d<strong>el</strong> Banco,<br />
comenzó a tocar un chárleston, y tal era <strong>el</strong> ruido que producían los<br />
músicos, que <strong>el</strong> cajero general dio orden de interrumpir la labor,<br />
diciendo:<br />
—Así no es capaz de trabajar ni Franklin.