08.05.2013 Views

el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres

el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres

el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Digitalización de Elsa Martínez – mayo 2006<br />

El <strong>libro</strong> d<strong>el</strong> <strong>convaleciente</strong> 251<br />

vida, y tú hiciste holocausto de mi propia entraña! (Ovación<br />

ensordecedora.)<br />

LUCILA—(Llorando.) ¡Félix! ¡Félix! (Llanto colaborador de<br />

todas las espectadoras.) ¡Félix! (Arrastrándose por <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o.) ¡Félix! (La<br />

repetición d<strong>el</strong> nombre en distintos tonos de voz aumenta <strong>el</strong> entusiasmo.) Te<br />

herí con recia espada, pero aún guardo para ti bálsamos de<br />

arrepentimiento. .. (Lloran también algunos caballeros.) ¿No habrá en ti<br />

algo de este perdón que te suplico? (Llorantina general.) ¿No sabrás<br />

perdonarme? (Lloran los bomberos.) ¿Devolverás lanzada por lanzada?<br />

(Lloran los acomodadores.)<br />

FÉLIX. — (Tras una pausa estupenda.) Sí... Perdonaré. ¡Es ley<br />

de la vida! (Un silencio. Llega hasta la escena <strong>el</strong> sonido de un violín,<br />

que toca <strong>el</strong> vecino d<strong>el</strong> piso de arriba y así lentamente, cae <strong>el</strong> t<strong>el</strong>ón.<br />

Verdadera orgía de entusiasmo; <strong>el</strong> sonido d<strong>el</strong> violín obliga a los<br />

espectadores a llevar al autor en hombros a su casa.)<br />

* * *<br />

AL TRAVÉS DE LA REALIDAD<br />

Pero observemos ahora la realidad, y he aquí lo que en la<br />

realidad se dirían mutuamente los mismos personajes puestos en idéntica<br />

situación:<br />

LUCILA - FÉLIX<br />

LUCILA. — (Entrando con traje de calle.) ¡Hola!<br />

FÉLIX. — Hola, sinvergüenza.<br />

LUCILA. — ¿Tienes ganas de armar jaleo?<br />

FÉLIX. — ¡ Qué cinismo! De manera que vienes de ponerme en<br />

ridículo con Fernández y aún protestas...<br />

LUCILA. — ¿Te importa mucho de dónde vengo?<br />

FÉLIX. — Lo que voy a hacer es mandarte a casa de tu madre.<br />

LUCILA. —¡Te va a hacer daño!<br />

FÉLIX. — Te advierto que. . .<br />

LUCILA.—Bueno. ¡Déjame en paz! (Llama a un timbre y<br />

aparece una donc<strong>el</strong>la.) Que sirvan la comida, Juanita.<br />

(Y nada más. Félix y Lucila, puestos en esta situación, no dirían<br />

ni una palabra más, aunque protesten los comediógrafos.)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!