10.05.2013 Views

estudio y edición de el pastor de fílida por luis galvez de montalvo

estudio y edición de el pastor de fílida por luis galvez de montalvo

estudio y edición de el pastor de fílida por luis galvez de montalvo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LUIS GALVEZ DE MONTALVO<br />

sintaxis entrecortada se ajusta a lo <strong>de</strong>scrito, como <strong>el</strong> pasaje <strong>de</strong> la carrera (imitado <strong>de</strong>l<br />

Sannazaro) don<strong>de</strong> retrata muy bien los inci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la misma. Igualmente, sirve para<br />

expresar la conmoción que experimentan algunos personajes, como <strong>el</strong> soliloquio <strong>de</strong><br />

Livio en la sexta parte.<br />

Figuras <strong>de</strong> ap<strong>el</strong>ación<br />

A este mismo tono expresivo y <strong>de</strong> carga emocional ayudan las figuras <strong>de</strong><br />

32 33<br />

ap<strong>el</strong>ación, en especial las exclamaciones y las interrogaciones retóricas. Con <strong>el</strong>las<br />

aumenta tanto la expresividad como <strong>el</strong> carácter subjetivo <strong>de</strong> los pasajes, teniendo en<br />

cuenta que su<strong>el</strong>en aparecer, sobre todo, en los momentos <strong>de</strong> fuertes emociones<br />

pa<strong>de</strong>cidas <strong>por</strong> los personajes, o en aqu<strong>el</strong>los momentos en que la figura <strong>de</strong>l autor se <strong>de</strong>ja<br />

traslucir tras <strong>el</strong> narrador.<br />

[4, los cuatro más aventajados en música y canto que en las españolasriberas se hallaban (ji. 372); Ya<br />

en esto <strong>el</strong> gran planeta parecía que, agra<strong>de</strong>cido <strong>de</strong> la solemne fiesta, quería <strong>de</strong>jar libre sombra para que los<br />

<strong>pastor</strong>es buscasen sus moradas, y al trasponer <strong>de</strong>l monte su rostro alegre y santo, recogiendo la lumbre <strong>de</strong><br />

sus rayos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> Ocaso arrojó una viva y templada claridad que bordando <strong>de</strong> fina plata y luciente oro<br />

las variasnubes, <strong>de</strong>jó nuestro ci<strong>el</strong>o hermosisimo (y,. 392); uno que en hermosura <strong>de</strong> rostro y gallardía <strong>de</strong><br />

miembros, más cortesano mancebo que rústico <strong>pastor</strong> representaba (y,. 528); De manera que, en largos<br />

tiempos dure tu memoria, y <strong>de</strong> temor y amor sea fl] nombre reverenciado sin que jamás la fama <strong>de</strong>-tu<br />

valor y mi dolor se acabe (y,. 529).<br />

32 ¡Mas quién gozará perseverancia en tanto bien contra las fuerzas <strong>de</strong>l tiempo, si don<strong>de</strong> unas no bastan,<br />

otras sobran! (y,. 334); ¡Oh cuántas veces <strong>el</strong> leal amador mostró placer en <strong>el</strong> rostro que en <strong>el</strong> alma era<br />

rabia y ponzoña! (y>. 356); ¡Maldita sea mi tardanza que soy <strong>el</strong> más <strong>de</strong>sazonado <strong>de</strong> los hombres! (y,. 406);<br />

¡Oh cómo está <strong>el</strong> retrato bonísimo¡ (ji. 414); ¡Quién fuera tan dichoso y tan discreto, 1 que os viera<br />

encarecidos y gozados! (y,. 414); ¡Oh, qué mal viene, Andria, lo uno con lo otro! (y,. 416); ¡Oh, cru<strong>el</strong>es<br />

enemigo <strong>de</strong>l alma y <strong>de</strong> la vida¡ (y,. 417); ¡Oh, cuántas veces me <strong>de</strong>spedí <strong>de</strong>l ci<strong>el</strong>o y, vu<strong>el</strong>to a los abismos,<br />

invoqué los infemales, y en medio <strong>de</strong>l furor llamaba a Andria, y con un breve pap<strong>el</strong> <strong>de</strong> su mano quedaba<br />

sosegadomi corazón! (y,. 417); ¡Oh &an<strong>de</strong> y po<strong>de</strong>roso amor! (y,. 446); ~Oh,ninfas <strong>de</strong> este río, venidme a<br />

socorrer un caro amigo, <strong>por</strong>que no me castigue <strong>el</strong> error mío! (y,. 464)(égloga); ¡Oh, quién supiera <strong>de</strong>cir lo<br />

que aqu<strong>el</strong>los árboles oyeron! (p. 469); ¡Oh ci<strong>el</strong>o que adornado <strong>de</strong> claro sol y <strong>de</strong> agradable luna más teme<br />

muestras hennoso que benigno! (ji 528); ¡oh alto ci<strong>el</strong>o!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!