10.05.2013 Views

estudio y edición de el pastor de fílida por luis galvez de montalvo

estudio y edición de el pastor de fílida por luis galvez de montalvo

estudio y edición de el pastor de fílida por luis galvez de montalvo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LUIS GALVEZ DE MONTALVO<br />

Es evi<strong>de</strong>nte que entre todos los textos aquí analizados existen notables<br />

puntos <strong>de</strong> contacto y a la vez notables diferencias que los distinguen a cada uno. En<br />

principio la influencia <strong>de</strong> Platón se <strong>de</strong>ja notar en todos los que, <strong>de</strong> un modo u otro,<br />

tratan <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la b<strong>el</strong>leza como itinerario hacia <strong>el</strong> Bien. Sin excepciones, para<br />

todos, <strong>el</strong> último fin <strong>de</strong>l amor es la unión con Dios. Y si para unos consiste en la visión,<br />

para otros es la fusión gozosa <strong>por</strong> medio <strong>de</strong> la comprensión absoluta (Ficino y Bembo<br />

para lo primero; Hebreo en <strong>el</strong> segundo caso). Igualmente, para todos la b<strong>el</strong>leza es <strong>el</strong><br />

punto <strong>de</strong> intersección entre la percepción material <strong>de</strong> la parte mutable y corruptible, y la<br />

intuición <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> un bien que trascien<strong>de</strong> la b<strong>el</strong>leza misma. Esa<br />

percepción se realiza <strong>por</strong> medio <strong>de</strong> la vista que junto al oído actúan como instrumentos<br />

<strong>de</strong> la razón. A<strong>de</strong>más, su calidad incorpórea los convierte en medios idóneos para que la<br />

razón pueda mantenerse alejada <strong>de</strong> cualquier tipo <strong>de</strong> sensualidad transmitida <strong>por</strong> los<br />

sentidos.<br />

Algo que también sigue siendo común a todos es la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l<br />

alma como se<strong>de</strong> <strong>de</strong> la int<strong>el</strong>igencia o <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong> las cosas int<strong>el</strong>igibles, frente al<br />

conocimiento sensual, realizado a través <strong>de</strong>l cuerpo. En <strong>el</strong> alma se imprime la imagen <strong>de</strong><br />

la amada y en <strong>el</strong>la perdura <strong>de</strong> manera mmutable frente a los sentidos que necesitan<br />

renovarla, periódicamente, para apaciguar los tormentos que su ausencia produce en los<br />

enamorados.<br />

Todos estos <strong>el</strong>ementos comunes configuran una trayectoria que unifica a<br />

todos los textos, aunque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Andrés <strong>el</strong> Cap<strong>el</strong>lán<br />

2~ se hayan introducido unos matices<br />

que contribuyen a crear una trayectoria secundaria seguida, en alguna medida, <strong>por</strong><br />

Equicola y Castiglione. Las principales diferencias aparecen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la propia<br />

consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l amor como r<strong>el</strong>ación orientada hacia la mujer. A la <strong>el</strong>evada ten<strong>de</strong>ncia<br />

hacia la abstracción <strong>de</strong> los textos <strong>de</strong> Ficino, Bembo y Hebreo, los discursos <strong>de</strong> Cap<strong>el</strong>lán,<br />

Equicola y Castiglione resultan <strong>de</strong> una plasticidad que se remansa en ejemplificaciones<br />

sobre la conducta y las acciones a <strong>de</strong>sempeflar, tanto <strong>por</strong> la dama como <strong>por</strong> <strong>el</strong> cortesano,<br />

que hacen su lectura más r<strong>el</strong>ajada. En los tres últimos es don<strong>de</strong> se leen advertencias para<br />

243 En su quehacer tratadístico lo <strong>de</strong>stacable es la cortesía, no <strong>el</strong> amor en sí. El amor es bueno <strong>por</strong> sus<br />

efectos no <strong>por</strong> su naturaleza. No es sabiduría, ni acceso a la divinidad, ni int<strong>el</strong>igencia <strong>de</strong> las cosas. Es un<br />

enajenamiento que mueve al ánimo <strong>de</strong>l hombre hacia la realidad exterior cautivado <strong>por</strong> la b<strong>el</strong>leza. Esta<br />

b<strong>el</strong>leza se concreta en <strong>el</strong> otro sexo y su posesión implica goces camales. Tal <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n pue<strong>de</strong> evitarse<br />

sometiéndose a una serie <strong>de</strong> reglas que son las que ennoblecen al amante y le pro<strong>por</strong>cionan los <strong>el</strong>ementos<br />

y componentes integrantes <strong>de</strong> la cortesía. Y esta cortesía es <strong>el</strong> fundamento base para vivir en sociedad.<br />

Tal cortesía se conjuga con <strong>el</strong> amor <strong>por</strong> medio <strong>de</strong> la integridad moral a que aquélla conduce y que es<br />

requisito primordial para una realización amorosa plena. Por eso dice Andrés <strong>el</strong> Cap<strong>el</strong>lán que “[ji <strong>el</strong><br />

- 83 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!