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La Destrucción de Jerusalén

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víctima y no atormentarla más. Al ver su gran po<strong>de</strong>r, los adoradores reunidos en<br />

Capernaum se asombraron, “y <strong>de</strong>cían unos a otros: ¿Qué manera <strong>de</strong> hablar es ésta, que<br />

manda con autoridad y po<strong>de</strong>r a los espíritus inmundos, y salen?” (S. Lucas 4:36.)<br />

Se representan generalmente a aquellos en<strong>de</strong>moniados como sometidos a<br />

gran<strong>de</strong>s pa<strong>de</strong>cimientos; sin embargo había excepciones a esta regla. Con el fin <strong>de</strong><br />

obtener po<strong>de</strong>r (334) sobrenatural, algunas personas se sometían voluntariamente a la<br />

influencia satánica. Estas, por supuesto, no entraban en conflicto con los <strong>de</strong>monios. A<br />

esta categoría pertenecen los que poseían el espíritu <strong>de</strong> adivinación, como los magos<br />

Simón y Elimas y la joven adivina que siguió a Pablo y a Silas en Filipos.<br />

Nadie está en mayor peligro <strong>de</strong> caer bajo la influencia <strong>de</strong> los espíritus malos que<br />

los que, a pesar <strong>de</strong>l testimonio directo y positivo <strong>de</strong> las Sagradas Escrituras, niegan la<br />

existencia e intervención <strong>de</strong>l diablo y <strong>de</strong> sus ángeles. Mientras ignoremos sus astucias,<br />

ellos nos llevan notable ventaja; y muchos obe<strong>de</strong>cen a sus sugestiones creyendo seguir<br />

los dictados <strong>de</strong> su propia sabiduría. Esta es la razón por la cual a medida que nos<br />

acercamos al fin <strong>de</strong>l tiempo, cuando Satanás obrará con la mayor energía para engañar y<br />

<strong>de</strong>struir, él mismo propaga por todas partes la creencia <strong>de</strong> que no existe. Su política<br />

consiste en escon<strong>de</strong>rse y obrar solapadamente.<br />

No hay nada que el gran seductor tema tanto como el que nos <strong>de</strong>mos cuenta <strong>de</strong><br />

sus artimañas. Para mejor disfrazar su carácter y encubrir sus verda<strong>de</strong>ros propósitos, se<br />

ha hecho representar <strong>de</strong> modo que no <strong>de</strong>spierte emociones más po<strong>de</strong>rosas que las <strong>de</strong>l<br />

ridículo y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sprecio. Le gusta que lo pinten <strong>de</strong>forme o repugnante, mitad animal<br />

mitad hombre. Le agrada oírse nombrar como objeto <strong>de</strong> diversión y <strong>de</strong> burla por<br />

personas que se creen inteligentes e instruidas.<br />

Precisamente por haberse enmascarado con habilidad consumada es por lo que<br />

tan a menudo se oye preguntar: “¿Existe en realidad ente semejante?” Prueba evi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> su éxito es la aceptación general <strong>de</strong> que gozan entre el público religioso ciertas<br />

teorías que niegan los testimonios (335) más positivos <strong>de</strong> las Sagradas Escrituras. Y es<br />

porque Satanás pue<strong>de</strong> dominar tan fácilmente los espíritus <strong>de</strong> las personas inconscientes<br />

<strong>de</strong> su influencia, por lo que la Palabra <strong>de</strong> Dios nos da tantos ejemplos <strong>de</strong> su obra<br />

maléfica, nos revela sus fuerzas ocultas y nos pone así en guardia contra sus ataques.<br />

El po<strong>de</strong>r y la malignidad <strong>de</strong> Satanás y <strong>de</strong> su hueste podrían alarmarnos con<br />

razón, si no fuera por el apoyo y salvación que po<strong>de</strong>mos encontrar en el po<strong>de</strong>r superior<br />

<strong>de</strong> nuestro Re<strong>de</strong>ntor. Proveemos cuidadosamente nuestras casas con cerrojos y<br />

candados para proteger nuestros bienes y nuestras vidas contra los malvados; pero rara<br />

vez pensamos en los ángeles malos que tratan continuamente <strong>de</strong> llegar hasta nosotros, y<br />

contra cuyos ataques no contamos con ningún medio eficaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa. Si se les <strong>de</strong>jara,<br />

nos trastornarían la razón, nos <strong>de</strong>squiciarían y torturarían el cuerpo, <strong>de</strong>struirían nuestras<br />

propieda<strong>de</strong>s y nuestras vidas. Sólo se <strong>de</strong>leitan en el mal y en la <strong>de</strong>strucción. Terrible es<br />

la condición <strong>de</strong> los que resisten a las exigencias <strong>de</strong> Dios y ce<strong>de</strong>n a las tentaciones <strong>de</strong><br />

Satanás, hasta que Dios los abandona al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los espíritus malignos. Pero los que<br />

siguen a Cristo están siempre seguros bajo Su protección. Ángeles que superan en<br />

fuerza son enviados <strong>de</strong>l Cielo para protegerlos. Los impíos no pue<strong>de</strong>n traspasar la<br />

guardia que Dios ha estacionado alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> su pueblo (336.)<br />

Capitulo XXVII<br />

_________<br />

<strong>La</strong>s Trampas De Satanás<br />

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