11.05.2013 Views

La Destrucción de Jerusalén

La Destrucción de Jerusalén

La Destrucción de Jerusalén

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

engañados por maridos, esposas, padres o hijos, y se les hizo creer que era pecado<br />

prestar siquiera oídos a las herejías enseñadas por los adventistas. Los ángeles<br />

recibieron or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> velar fielmente sobre esas almas, pues otra luz había <strong>de</strong> brillar aún<br />

sobre ellas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el trono <strong>de</strong> Dios.<br />

Los que habían aceptado el mensaje velaban por la venida <strong>de</strong> su Salvador con<br />

in<strong>de</strong>cible esperanza. El tiempo en que esperaban ir a su encuentro estaba próximo. Y a<br />

esa hora se acercaban con solemne calma. Descansaban en dulce comunión con Dios, y<br />

esto era para ellos prenda segura <strong>de</strong> la paz que tendrían en la gloria veni<strong>de</strong>ra. Ninguno<br />

<strong>de</strong> los que abrigaron esa (227) esperanza y esa confianza pudo olvidar aquellas horas tan<br />

preciosas <strong>de</strong> expectación. Determinado <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> lado la mayor parte <strong>de</strong> los negocios<br />

mundanos por pocas semanas. Los creyentes examinaban cuidadosamente todos los<br />

pensamientos y emociones <strong>de</strong> sus corazones como si estuviesen en el lecho <strong>de</strong> muerte y<br />

como si tuviesen que cerrar pronto sus ojos a las cosas <strong>de</strong> este mundo. No se trataba <strong>de</strong><br />

hacer “vestidos <strong>de</strong> ascensión”, pero todos sentían la necesidad <strong>de</strong> una prueba interna <strong>de</strong><br />

que estaban preparados para recibir al Salvador; sus vestiduras blancas eran la pureza<br />

<strong>de</strong>l alma, y un carácter purificado <strong>de</strong> pecado por la sangre expiatoria <strong>de</strong> Cristo.<br />

Dios se propuso probar a su pueblo. Su mano cubrió el error cometido en el<br />

cálculo <strong>de</strong> los períodos proféticos. Los adventistas no <strong>de</strong>scubrieron el error, ni fue<br />

<strong>de</strong>scubierto tampoco por los más sabios <strong>de</strong> sus adversarios. Estos <strong>de</strong>cían: “Vuestro<br />

cálculo <strong>de</strong> los períodos proféticos es correcto. Algún gran acontecimiento está a punto<br />

<strong>de</strong> realizarse; pero no es lo que predice Miller; es la conversión <strong>de</strong>l mundo, y no el<br />

segundo advenimiento <strong>de</strong> Cristo.”<br />

Paso el tiempo <strong>de</strong> expectativa, y no apareció Cristo para libertar a su pueblo. Los<br />

que habían esperado a su Salvador con fe sincera, experimentaron un amargo<br />

<strong>de</strong>sengaño. Todavía el Señor había logrado su propósito: Dios probó los corazones <strong>de</strong><br />

los que profesaban estar esperando su aparición. Había muchos entre ellos que no<br />

habían sido movidos por un motivo más elevado que el miedo. Su profesión <strong>de</strong> fe no<br />

había mejorado sus corazones ni sus vidas. Cuando el acontecimiento esperado no se<br />

realizó, esas personas <strong>de</strong>clararon que no estaban <strong>de</strong>sengañadas; no habían creído nunca<br />

que Cristo (228) vendría. Fueron <strong>de</strong> los primeros en ridiculizar el dolor <strong>de</strong> los<br />

verda<strong>de</strong>ros creyentes.<br />

Pero Jesús y todas las huestes celestiales contemplaron con amor y simpatía a los<br />

creyentes que fueron probados y fieles aunque chasqueados. Si se hubiese podido<br />

<strong>de</strong>scorrer el velo que separa el mundo visible <strong>de</strong>l invisible, se habrían visto ángeles que<br />

se acercaban a esas almas resueltas y las protegían <strong>de</strong> los dardos <strong>de</strong> Satanás (229.)<br />

CAPÍTULO XV<br />

________<br />

EL MENSAJE DEL SEGUNDO ÁNGEL<br />

<strong>La</strong>s iglesias que rehusaron recibir el mensaje <strong>de</strong>l primer ángel, rechazaron luz<br />

<strong>de</strong>l Cielo. Ese mensaje fue enviado en misericordia para <strong>de</strong>spertarles a ver su verda<strong>de</strong>ra<br />

condición mundana y apóstata, y a buscar una preparación para encontrarse con su<br />

Señor. Dios ha requerido siempre <strong>de</strong> su pueblo que se separe <strong>de</strong>l mundo, para que no<br />

fueran atraídos <strong>de</strong> su lealtad a él. Él libró a los israelitas <strong>de</strong> la esclavitud <strong>de</strong> Egipto<br />

porque no quería que se corrompieran por la idolatría que allí les ro<strong>de</strong>aba. Los hijos <strong>de</strong><br />

este mundo son hijos <strong>de</strong> obscuridad. Su atención no está dirigida al Sol <strong>de</strong> Justicia, pero<br />

91

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!