12.05.2013 Views

ABRIR SEGUNDA PARTE

ABRIR SEGUNDA PARTE

ABRIR SEGUNDA PARTE

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CARLOS SUN 12<br />

— 990 —<br />

Carlos Muñiz (1927> es uno de los dramaturgos que en los años<br />

cincuenta se inicia en el teatro siguiendo la línea realista de índole<br />

crítica y social que habían abierto Buero Vallejo y Alfonso Sastre.<br />

Después va evolucionando desde ese realismo inicial hacia un expresionismo,<br />

como el que manifiesta en El tintero (1960> o en Las viejas difíciles<br />

(1963>, que termina desembocando en un modo teatral “cercano al<br />

esperpento” (1>. Tal es el caso de la Tragicomedia del serenísimo príncipe<br />

don Carlos, finalista del ‘Lope de Vega’ en 1973 (2), y estrenada en el<br />

Centro Cultural de la Villa de Madrid el 10 de noviembre de 1980 (3>.<br />

El Don Carlos de Muñiz es la última manifestación dramática que<br />

conozco centrada en las relaciones complejas entre Felipe II y su hijo. La<br />

obra va precedida de un prólogo representable que escenífica el auto de<br />

fe celebrado en Valladolid el 8 de octubre de 1559, donde se condenó al<br />

hereje Carlos de Seso, a su esposa y a otros desviados de la ortodoxia e<br />

incursos en el mismo delito de “fe sin obras” y “negación del Purgatorio”:<br />

fray Domingo de Rojas, Pedro de Cazalla, cura de Pedrosa, Juan Sánchez,<br />

Domingo Sánchez y algunas monjas. Estos condenados son un remanente del<br />

auto que en el mes de mayo del mismo año habla reservado para la presente<br />

ocasión el inquisodor Valdés con el fin de solazar los ojos del monarca<br />

(p. 25) a su vuelta a España (4).<br />

Las cuestiones relacionadas con el protestantismo se circunscriben a<br />

los representantes de la Iglesia, al Rey y en cierto modo al príncipe.<br />

LA IGLESIA, EL REY Y EL PRíNCIPE<br />

Mediante el recurso de la ironía, censura Muñoz a los representantes<br />

de la Iglesia como cínicos y encarnizados enemigos de los seguidores de<br />

Lutero. Destaca la postura del obispo de Zamora, quien, en una alocución<br />

al pueblo que se dispone a presenciar el auto, le advierte del peligro de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!