12.05.2013 Views

ABRIR SEGUNDA PARTE

ABRIR SEGUNDA PARTE

ABRIR SEGUNDA PARTE

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

— 1.086 —<br />

¡Y tantos como daban moneditas de cobre<br />

para que no sufriera su abuelita la pabrel...<br />

La voz de la conciencia me acusaba Implacable:<br />

Dos céntimos cobrabas. Eres un miserable.<br />

Proseguí con ahinco mis investigaciones<br />

sin ver confesionarios ni encontrar procesiones.<br />

El culto a las imágenes no lo hallé en ningún lado,<br />

pero vi un mandamiento un poquito cambiado...<br />

Por estas y otras cosas, que comprendí al instante,<br />

no tuve más remedio que hacerme protestante,<br />

y sepa usted que aquello, que yo busqué con gana,<br />

no estaba ni en mi Biblia.., ni en la Biblia romana” (2).<br />

El verso alejandrino, tan propio de los poetas del mester de<br />

cler¿cia, así como el tono satírico—burlesco y realista nos recuerdan a<br />

otro clérigo, censor de los abusos de la sociedad cristiana de su tiempo:<br />

el poeta Juan Ruiz, Arcipreste de Hita.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!