Revista de la Biblioteca, Archivo y Museo - Memoria de Madrid

paga tributos fértiles y opimos
Ceres en blanco pan, Baccho en racimos» (61).
«Mi peregrinación áspera y dura
Apolo vió passando siete veces
del Aries a los Peces
hasta que un Alva fué mi noche escura:
¿quién presumiera que mi luz podría
hallar su fin donde comienza el día?» (62).
«Era pastor del Tajo, aunque nacido
de Navarra en las fértiles montañas
y a la cmia del Tormes ofrecido.
Este (que en tierras propias y en extrañas
su sangre ha hecho conocer su nombre)
era el fuego mayor de sus entrañas.»
«Jamás ha dado el cielo a mortal hombre
más gracias ni virtudes, pues le hizo
Alva del mundo, que a la envidia assombre» (63;
En otros trata de su vida allí:
«•Quando en la fe de una amistad conformes,
con un dueño a su servicio atentos,
cuya Alva a nuestra vida amanecía,
las islas celebrábamos del Tonnes,
y aquilatabas tú mis pensamientos
con dulce voz, que el a3're .suspendía:
¿quán lejos deste día
estábamos los dos entretenidos,
yo dando a tus acentos mis oídos,
3' tú dándome a mi números graves?
qual suele con envidia de las aves
dar lición Philomena a las corrientes
de arroyuelos discípulos 5' fuentes,
sin ver que un mismo fin juntas procura
el Alva clara con la noche escura» (64).
(61) La Filomena (segunclíi parte, ed. Sancha, tomo U, pág. 4,55).
(62) Égloga a Claudio (ed. Sancha, tomo IX, pág. ;i57).
(63) Égloga del duque de Alba (ed. Sancha, tomo IV, pág. 297). En c.sla «ígloga se relatan los
amores de Albania (o Antonio) con Antandra (tal vez dotía Catalina Enríquez) e Ismenia (seguramente
doña Mencia de Mendoza, su mujer), hasta que se decide por ésta, tras celos y amenazas
de suicidio.
(64) Elogio en la muerte de Juan Blas de Castro (ed. Sancha, tomo IX, piig. 387). Se trata
del famosísimo músico, amigo de Lope, qu". vivió también en ia casa ducal de Alba desde 1594.
(Cfr. Renne« y Castro, ob. cit., pág 396.)
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