Revista de la Biblioteca, Archivo y Museo - Memoria de Madrid

acabo de indicar, y aun a pesar de su aparente insignificancia, presento los
detalles sobre Dritto, ya que dan, a mi entender, maj^ores apoyo y autoridad
a la atribución de la glosa al desdichado conde de Villamediana.
= -Ili-
EKASMO BUCETA.
Críticas teatrales en el repertorio tonadillesco
Es sabido que la literatura tonadillesca del siglo XVJH pintó bajo los
más variados y abundantes aspectos los usos y costumbres de su época, sin
que los eufemismos atenuasen por lo común la expresión realista que tanto
incomodaba a D. Nicolás Fernández de Moratin y a otros ilustres autores,
tan graves como sesudos.
Uno de los «aspectos que recibían con gran frecuencia las sátiras mordaces
de los ingenios anónimos en esas obra.s menores, es el relacionado
con la vida escénica de los teatros madrileños. De ello he ofrecido abundantes
muestras en mis obras La tonadilla escénica y Tonadillas teatrales
inéditas, siendo muchas más las obritas que, sin publicar aún, tengo recogidas
en mis investigaciones literarias por la inagotable fuente que en e.se
teireno guarda la Biblioteca Municipal de Madrid.
iMal conocida hasta hace poco la tonadilla, sin embargo habíanse puesto
en circulación algunos fragmentos, que pasaban de pluma en pluma,
como aquel que refieja una opinión muy extendida sobre las interpretaciones
mu.sicales en el teatro del siglo xvni, y que dice asi:
«Cuando cantan las mujeres
en las comedias los cuatros,
forman un son que parece
que e.stán airullando al diablo.»
Eran los «cuatros» —como saben quienes conocen las prácticas teatrales
de nuestro teatro pretérito— bi-eves composiciones escritas para ser c;mtadas
a cuatro voces por el elemento femenino de las compañías, ya a modo
de introducción del espectáculo, j^a entre las diversas jomadas de la comedia
representada. Merced a esas piezas musicales, la función teatral recibía
adornos ajenos a lo que podía considerarse como atracción principal
de la misma.
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