PDF - Aranzadi
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furor de lograr extensas ladera en los montes donde<br />
instalar el seductor pino exótico que cubre de negras<br />
manchas nuestras risueñas colinas, pero que en compensación<br />
produce beneficios muy estimables.[…] A<br />
este afán desmesurado de cortar el arbolado espontáneo<br />
en su doble carácter agrícola y pseudoforestal hay<br />
que sumar que los niveles superiores a los 700-800<br />
m.s.n.m. el afán de carboneadores, madereros y pastores<br />
por esquilmar la riqueza de los bosques que los<br />
pueblan, o mejor dicho, que poblaban las zonas altas<br />
de la provincia.» (GUINEA, 1949, p. 408).<br />
Guinea proponía realizar una repoblación a<br />
gran escala con frondosas autóctonas para regenerar<br />
el suelo deforestado, ampliar las reducidas<br />
áreas de bosques naturales, luchar contra las nuevas<br />
roturaciones, los incendios de maleza y prohibir<br />
el libre pastoreo.<br />
DUPONT (1957) tras analizar los daños de las<br />
heladas de 1956, afirmaba que el tiempo había<br />
dado la razón a Guinea ya que la riqueza de un<br />
país no se construía optando por una única especie:<br />
«Il faut que l’on comprenne au Pays basque<br />
que le Pinus insignis n’est pas l’arbre rèvé», sino<br />
manteniendo un equilibrio entre especies, y entre<br />
usos industriales y agrícolas. Consideraba que la<br />
helada concienciaría a los forestalistas e industriales<br />
de sus «excesos» anteriores.<br />
Un colectivo que destaca a mediados del siglo<br />
XX en el País Vasco por su preocupación por la<br />
naturaleza y la repoblación forestal, es el Grupo<br />
Ciencias Naturales <strong>Aranzadi</strong>, sociedad que surge<br />
en 1948 en Gipuzkoa como entidad delegada de<br />
la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País.<br />
Ese año, los socios Laborde y Elosegui dirigen<br />
una carta a la Diputación mostrando la preocupación<br />
de su grupo por los problemas ambientales<br />
de la provincia. En 1949, el socio Sansinenea visita<br />
al Director General de Montes para proponerle<br />
una colaboración con <strong>Aranzadi</strong> en temas forestales<br />
(GOIKOETXEA MARCAIDA 1997).<br />
En 1950 se crea una Sección Forestal, donde<br />
los socios, reunidos periódicamente en Junta de<br />
Sección, intercambiaban, entre otros asuntos, sus<br />
posturas favorables o críticas sobre el pino. Dicho<br />
año, Martín Augustín, Inspector de montes de<br />
Gipuzkoa, solicita la adhesión de <strong>Aranzadi</strong> a un<br />
escrito dirigido al ministro de Agricultura, con la<br />
propuesta de crear en San Sebastián un Instituto<br />
del Pino al estilo del que existía desde hacía 30<br />
años en Burdeos:<br />
127 Actas de la Junta de la Sección, Munibe, II, 1950, p. 112.<br />
LA CONTESTACIÓN A LA REPOBLACIÓN FORESTAL (1924-1980)<br />
107<br />
«Porque Guipúzcoa es la provincia papelera de mayor<br />
importancia de España y porque en ella se da el insignis<br />
mejor que en ninguna otra. Contamos además con<br />
Ingenieros de Montes guipuzcoanos, que desde hace<br />
años, vienen ocupándose de estos estudios, y contamos<br />
además con un monte del Estado y otro municipal<br />
llamado Oberán.[...] Entendemos que por el resultado<br />
sorprendente obtenido hasta ahora en esta provincia,<br />
cabe y tiene derecho a esperar de su Arbol de Oro nuevas<br />
riquezas por medio de Laboratorios provistos de los<br />
medios más perfectos, tanto de investigación como de<br />
ensayo, con oficinas de documentación científica,<br />
industrial, comercial y jurídica y enseñanzas técnicas.»<br />
(AUGUSTÍN, 1950, p. 205).<br />
Los artículos de índole forestal publicados en<br />
la revista Munibe durante los años 50, recogen un<br />
interesante debate sobre las ventajas e inconvenientes<br />
de las especies forestales de crecimiento<br />
rápido, sobre todo del pino radiata. La postura<br />
mayoritaria de la Junta de la Sección Forestal<br />
mostraba cierta prevención hacia las mismas:<br />
«Nos hallamos en 1950, y asistimos a una repoblación<br />
masiva, en general a base de pino. El oscuro y triste verdor<br />
de su ramaje invade nuestro monte y confunde nuestro<br />
paisaje. Por fuerza de una nueva razón económica se<br />
extingue o se aniquila el árbol que podemos denominar<br />
indígena, y la fórmula forestal, que durante siglos y siglos<br />
se mantuvo invariable a base de roble, castaño y haya,<br />
prácticamente ha sido sustituida por otra en la que apenas<br />
si entran dos variedades de coníferas. 127 »<br />
Algunos socios defienden abiertamente el uso<br />
de las especies exóticas: MESANZA (1951,1959a),<br />
ALARCÓN MARTICORENA (1951), IRAZUSTA (1951) por<br />
la mejora económica que suponía para el caserío;<br />
mientras que otros: AZQUETA (1950a), URABAYEN<br />
(1950, 1951); AZCUE (1953); o SAN MARTÍN (1959),<br />
aceptaban las repoblaciones sólo como paso<br />
necesario hacia la recuperación de las especies<br />
indígenas. En las propuestas de éstos últimos,<br />
mediante la plantación de pinos se debía liberar al<br />
bosque de la expoliación a que lo había sometido<br />
durante siglos el caserío vasco; para luego,<br />
mediante técnicas selvícolas favorecer el rebrote<br />
del arbolado presente en el sotobosque y restaurar<br />
el bosque primigenio.<br />
La sección se redenomina Sección Agrícola<br />
Forestal, para defender la colaboración entre<br />
agrónomos y forestales. Para SANSINENEA (1951,<br />
1955), antes que el casero siguiese con la repoblación<br />
forestal de sus tierras, se debía resolver<br />
MUNIBE (Suplemento / Gehigarria) 23, 2005 S.C. <strong>Aranzadi</strong>. Z.E. Donostia/San Sebastián