PDF - Aranzadi

Por el interior se desplazó hacia el monte Oíz,
donde avanzó rápidamente a través de los cursos
fluviales a un ritmo de 2 Km/año.
En 1900 la tinta había alcanzado la mitad de
Bizkaia. La llegada de la enfermedad significaba
la muerte en 2-3 años de todos los castaños del
monte. Eran escasos los ejemplares o rodales que
mostraban alguna resistencia (Ilustración 15).
En abril de 1897, la Diputación de Gipuzkoa,
preocupada por la enfermedad, acuerda unir sus
esfuerzos a la de Bizkaia para crear una comisión
de las tres provincias Vascongadas y Navarra, que
buscase un medio con que combatir al patógeno.
El 16 de marzo de 1900, J.M. Goicoechea presenta
a las Diputaciones de Gipuzkoa, Navarra y Bizkaia
una memoria sobre esta enfermedad, que identificaba
como Phytophtora castanícola. Describe sus
devastadores efectos, y confirma la inexistencia de
un tratamiento eficaz. No obstante recomendaba
continuar con las repoblaciones en el convencimiento
de que surgiría alguna resistencia.
ARANZADI (1898) reseñaba en Bizkaia la gravedad
de la enfermedad, a la que vinculaba con el
Ilustración 15 - Monte medio de castaño en Lesaka (Navarra), donde
no se ha intervenido desde mediados del siglo XX. En el suelo, restos
de castaños muertos por la tinta. En los claros abiertos se aprecia la
evolución de otras especies hacia el bosque atlántico.
EL PROCESO DE REPOBLACIÓN CON PINO RADIATA (HASTA 1937)
empobrecimiento del suelo forestal debido a la
costumbre de extraer de los montes el mantillo de
hojas muertas43 . ASCASIBAR (1980) atribuye la entrada
de la enfermedad en Gipuzkoa a una vía francesa,
ya que estaba citada en 1860 en Benafarroa
(País Vasco-francés).
En 1902, la tinta se encontraba en las zonas
bajas de los valles guipuzcoanos, sin haber alcanzado
los jarales de las zonas altas. Sin embargo,
había llegado al valle de Oiartzun, donde en poco
tiempo habían muerto más de cien mil castaños.
En 1919 ESTEVE realiza una prospección sobre
la situación del castaño en la Cornisa Cantábrica,
para afirmar que en Bizkaia quedaban ya muy
pocos castañares y en el occidente guipuzcoano
se estaban destruyendo con extraordinaria rapidez.
Recoge las experiencias de la familia Adán
de Yarza para recuperar la especie: su fracaso al
intentar injertarlo sobre roble, y el éxito de la repoblación
con el castaño japonés de gran fruto
Tamba-guri. Ante la llegada de la enfermedad, en
Asturias, LABAREJOS (1917) ensaya alternativas con
castaños japoneses.
El Oidium del roble
Según TORRES (1975), este hongo ataca preferentemente
al roble albar y roble negro, y casi no ataca
a los robles americanos Quercus rubra L. y Quercus
palustris Muenchh. Cuando la enfermedad genera
daños al follaje varios años seguidos, puede producir
la muerte de los árboles afectados.
A pesar de ser ya conocida, la enfermedad
adquirió en Europa, entre 1907-1908, una virulencia
desconocida. Las citas de este brote abarcaron
inicialmente Francia y España44 extendiéndose
posteriormente, tanto hacia otros países europeos,
donde los daños fueron considerables, como
hacia el Norte de África. En años posteriores la
enfermedad aparece de forma episódica en función
de las circunstancias climáticas. A partir de
ese año, en la CAE son continuas las referencias a
la enfermedad y a los daños que estaba causando
en los robledales. En 1913, para Mariano Adán
de Yarza el Oidium era un factor más para justificar
el cambio de especie y plantar pinos:
«Ataca con más fuerzas que a los árboles bravos, a los
trasmochos o descabezados y a los recepados o cultivados
en jaro. Y en verdad que no es de sentir la desa-
43 «El castaño está dejado de la mano de Dios y dentro de poco
no quedará uno para un remedio.», ARANZADI (1898, p. 176).
44 ESTEVE (1919) sospechaba sobre la posible importación de una
cepa americana de Microsphaera.
MUNIBE (Suplemento / Gehigarria) 23, 2005 S.C. Aranzadi. Z.E. Donostia/San Sebastián
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