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Conde de Toreno, Historia del levantamiento, guerra y revolución ...

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LIBRO PRIMERO (1808)<br />

dato, <strong>de</strong>terminó tomar el camino más breve, sin reparar en los tropiezos<br />

ni obstáculos <strong>de</strong> un terreno para él <strong>de</strong>l todo <strong>de</strong>sconocido, Salió el 12 <strong>de</strong><br />

Salamanca, y tomando la vuelta <strong>de</strong> Ciudad-Rodrigo y el puerto <strong>de</strong> Perales,<br />

llegó á Alcántara al cabo <strong>de</strong> cinco dias. Reunido allí con algunas<br />

fuerzas españolas á las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l general D. Juan Carrafa, atravesaron<br />

los franceses el Erjas, rio fronterizo, y llegaron á Castello-Branco sin habérseles<br />

opuesto resistencia. Prosiguieron su marcha por aquel fragoso<br />

país, y encontrándose con terreno tan quebrado y <strong>de</strong> caminos poco trillados,<br />

quedaron bien pronto atras la artillería y los bagajes. Los pueblos<br />

<strong>de</strong>l tránsito, pobres y <strong>de</strong>sprevenidos, no ofrecieron ni recursos ni abrigo<br />

á las tropas invasoras, las que, acosadas por la necesidad y el hambre,<br />

cometieron todo linaje <strong>de</strong> excesos contra moradores <strong>de</strong>sacostumbrados<br />

<strong>de</strong> largo tiempo á las calamida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la <strong>guerra</strong>. Desgraciadamente los<br />

españoles que iban en su compañía imitaron el mal ejemplo <strong>de</strong> sus aliados,<br />

muy diverso <strong>de</strong>l que les dieron las tropas que penetraron por Badajoz<br />

y Galicia, si bien es verdad que asistieron á éstas ménos motivos <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sór<strong>de</strong>n é indisciplina.<br />

La vanguardia llegó el 23 á Abrántes, distante veinte y cinco leguas<br />

<strong>de</strong> Lisboa. Hasta entónces no había recibido el gobierno portugues aviso<br />

cierto <strong>de</strong> que los franceses hubieran pasado la frontera; inexplicable<br />

<strong>de</strong>scuido, pero propio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ja<strong>de</strong>z y abandono con que eran gobernados<br />

los pueblos <strong>de</strong> la península. Antes <strong>de</strong> esto, y verificada la salida <strong>de</strong><br />

los embajadores, habia el gabinete <strong>de</strong> Lisboa buscado algun medio <strong>de</strong><br />

acomodamiento, con<strong>de</strong>scendiendo más y más con los <strong>de</strong>seos que aquellos<br />

habian mostrado á nombre <strong>de</strong> sus córtes; era el encontrarle tanto<br />

más difícil, cuanto el mismo ministerio portugues estaba entre sí poco<br />

acor<strong>de</strong>. Dos opiniones políticas le dividian: una <strong>de</strong> ellas, la <strong>de</strong> contraer<br />

amistad y alianza con Francia, como medida la más propia para salvar la<br />

actual dinastía y áun la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia nacional; y otra, la <strong>de</strong> estrechar<br />

los antiguos vínculos con la Inglaterra, pudiendo así levantar <strong>de</strong> los mares<br />

allá un nuevo Portugal, si el <strong>de</strong> Europa tenía que someterse á la irresistible<br />

fuerza <strong>de</strong>l Emperador frances. Seguía la primera opinion el ministro<br />

Araujo, y contaba la segunda como principal cabeza al consejero<br />

<strong>de</strong> Estado D. Rodrigo <strong>de</strong> Sousa Coutiño. Se inclinaba muy á las claras á<br />

la última el Príncipe regente, si á ello no se oponía el bien <strong>de</strong> sus súbditos<br />

y el interes <strong>de</strong> su familia. Despues <strong>de</strong> larga incertidumbre, se convino,<br />

al fin, en adoptar ciertas medidas contemporizadoras, como si con<br />

ellas se hubiera podido satisfacer á quien solamente <strong>de</strong>seaba simulados<br />

motivos <strong>de</strong> usurpacion y conquista. Para ponerlas en ejecucion sin gran<br />

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