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y de mugre; otros pintaban puertas y ventanas y pasaban
una esponja por los cristales. (OC 2: 345)
Pero este paisaje de nuestra herolna practica esta empaiiado por su preocupa­
ci6n por el heroe que no trabaja, su padre.
Marla comienza a forjarse su propio clrculo de amigos, en las afueras de
Londres. En este clrculo figuran la noruega Wanda RLitney, que tiene una casa
de campo donde se reunen los amigos; la pintora rusa Natalia Leskov, y el
polaco Vladimir Ovolenski. Va en ruta a la casa de Wanda se ven las dife­
rencias con la gran ciudad. EI paisaje representado por la protagonista se
caracteriza por la variedad de casas, y no la uniformidad; algunas casas brillan
como flores; los rosales abrazan los altos arboles; en los jardines hay gran
variedad; y en este paisaje predomina el color rojo. La oscuridad es algo
natural; y no tiene nada que ver con 10 sombrlo de la ciudad, con sus cielos
plomizos, su humo negro, y su niebla gris (OC 2: 351). No existe afuera de la
casa de Wanda esa niebla que encierra y que impide ver el cielo, que vimos en
Londres, ala lIegada de Marla. La joven observa por la ventana que la "noche
estaba fresca; lIovla a ratos. De los arboles lIegaba un aroma delicioso. AI
correrse las nubes, alguna estrella trmida parpadeaba en el cielo" (OC 2: 356).
EI lIover incesante de Londres trae el pesar; a la lIuvia breve del campo sigue
la tranquilidad: "AI dra siguiente, al asomarme a la ventana, vi con gran pesar
que segura lIoviendo; pero me tranquil ice pronto, porque un instante despues
ces6 de lIover, se levantaron las nubes y el cielo qued6 puro y sereno" (OC 2:
357).
Despues de almorzar, la joven va de paseo con Wanda y Natalia. EI cielo
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