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embaucadora.
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Desde un punto de vista mas general, ni Schopenhauer ni Baroja quieren
poner a la mujer en un pedestal, pero por diferentes motivos. Schopenhauer
cree que es un error social elevar a la mujer al nivel del hombre, 10 que deja
fuera de consideraci6n elevarla a un nivel mas alto que el. EI lado realista de
Baroja, por su parte, Ie impide comulgar con el mito romantico de la mujer. En
otras palabras, es Baroja el que ve a la mujer tal como es, mientras que
Schopenhauer la ve como el cree que debiera ser, alguien a un nivel mas bajo
que el hombre.
Despues de conocer a Lulu, Andres Hurtado comienza a frecuentar la casa
de la madre de ella, dona Leonarda, s610 porque Ie interesa Lulu. La casa Ie
disgusta, porque Andres la asocia con una forma de prostituci6n, donde la
madre es una celestina. No Ie gusta que Julio Aracil se aproveche, con la
aparente venia de dona Leonarda, "de la miseria de la familia para hacer de
Nini su querida, con la idea de abandonarla cuando Ie conviniera ... " (OC 2:
476). Lulu Ie interesa a Andres porque ella busca el conocimiento, y no la
satisfacci6n del instinto. Nos dice Andres: "Era, sin duda, una mujer inteligente,
cerebral, como la mayorfa de las muchachas que vienen trabajando en las
grandes ciudades, con una aspiraci6n mayor por ver, por enterarse, por
distinguirse, que por sentir placeres sensuales" (OC 2: 482). Esta cita es de
interes, porque nos muestra que Lulu, en cierto sentido, no es unica; sera
especial por su individualidad, pero, al mismo tiempo, es parte de una
tendencia que ya ha identificado su creador literario. Lulu es tan pionera de la
mujer futura como 10 es Maria Aracil, protagonista de La dam a errante y La