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negaci6n de la voluntad de vivir. 141
Pero, el mundo absurdo, inexplicable, se puede expresar mejor con las
ideas del Budismo que las ideas del Cristianismo. De acuerdo a las doctrinas
del Budismo, la existencia del mundo es el resultado de un disturbio inexpli­
cable en la calma celestial de la Nirvana. Posteriormente, por una serie de
errores morales, el mundo empeor6 mas y mas, hasta IIegar al triste estado en
que se encuentra ahora (12). En cambio, el Cristianismo no puede explicar el
hecho de que haya tanta miseria por todas partes, y que el hombre sea tan
imperfecto. No se puede explicar que Dios haya creado el mundo por un
capricho, y que luego haya quedado satisfecho de su obra. No se puede creer
que sea el trabajo exitoso de un dios todopodercso, sabio y bondadoso. Es
decir, el Budismo nos da la imagen de que algo inexplicable ha pasado; los
errcres morales son nuestras propias fechorias. Aqui se culpa al hombre, a su
naturaleza y a su voluntad (13). Es el Budismo mas affn con las ideas de
futilidad, del absurdo, y del mundo como colonia penal.
3.3 La visi6n del hombre
Segun Schopenhauer, el hombre se caracteriza per su insatisfacci6n y por
su desdicha. EI hombre nunca es feliz; perc se pasa la vida buscando algo
que 10 haga feliz. Generalmente, es una busqueda inutil; y si IIega a conseguir
10 que creia que 10 haria feliz, queda desilusionado (21).
Para comprender la futilidad de tratar de satisfacer los deseos de la
voluntad individual, tenemos que considerar la Voluntad misma. Todo
pertenece a la Voluntad, y s610 el Todo, que es interminable, puede
satisfacerla. La Voluntad queda sumamente limitada cuando toma la forma del
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