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"hombre de acci6n" en el sentido nietzcheano que Ie da Sobejano.
En suma, las etiquetas que utilizaremos en conexi6n con el andamiaje
emocional de las novelas sent primero, el personaje contemplativo, abulico,
schopenhaueriano; segundo, el personaje activo, nietzcheano, general mente
astuto y, 0, dominador; y tercero, el personaje teorizante.
Ahora que hem os clarificado nuestras etiquetas, y nuestros postulados
principales, creemos que estamos casi listos para proseguir con nuestro
estudio. Pensamos que es conveniente en este punto afinar la percepci6n
hacia una etiqueta mas: el "hogar," 0 10 "hogareno." Lo que apunta el mismo
Granjel es de gran utilidad. Dijimos que los personajes de nuestro trabajo
tratan de forjarse una "estructura emocional," cuya base esencial es la amistad.
EI matrimonio puede 0 no ser parte de la ecuaci6n, pero no es algo esencial.
EI crftico senala, citando a un personaje de La dama errante, que el hogar es la
quintaesencia del individualismo (261). Esto es arm6nico con la idea de la
amistad. Esta no quita la individualidad de los interlocutores, y nos lIeva a la
conclusi6n que el matrimonio barojiano preserva esa individualidad. Es algo
que el matrimonio convencional no puede lograr, ya que es algo fuera del
individuo; algo que anula al individuo; es algo que protege a la especie ya la
sociedad. Dentro de este esquema, el rebano predomina, y s610 se puede
diferenciar en clases sociales, es decir en sub-rebanos, que todavfa an ulan al
individuo.
Bien, ya hemos examinado nuestros puntos de referencia, nuestra
terminologfa, y hemos expuesto nuestros prop6sitos. Metamos todo en nuestra
mochila, y aprestemonos a emprender nuestro viaje por el mundo barojiano.
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