UMI - The University of Arizona Campus Repository

formado por casas negras, tejados negros, torres, cornisas, grandes
veletas, letreros dorados, y un entrecruzamiento de hi los de telegrafos
y de telefonos bastante tupido para oscurecer un dla claro y convertir
en crepuscular una tarde como aquella, oscura y de cielo ceniciento.
(DC 2: 400)
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En conexion con su trabajo, Marla debe ir a los muelles, para hablar con un
capitan espanol. Si la vision del mundo de los negocios fue triste, al salir de
los muelles la protagonista se encuentra con un mundo a la Schopenhauer; se
trata de una colonia penal amenizada por el ruido del progreso:
Habla en la calle un amontonamiento de carros atravezados,
entrecruzados; otros pasaban haciendo un estrepito horrible; en
las paredes negras de las casas no se vela mas que el subir y
bajar de cajas y barriles izados por gruas. EI ambiente era sofocante;
la niebla, el humo, la tibieza del aire, el suelo negro y encharcado,
todo daba la impresion de un presidio en donde una Humanidad
triste gimiera condenada a trabajos forzados. (DC 2: 407)
Los dos siguientes paisajes son de gran importancia en la composicion de
los ultimos seis capltulos de la novela. EI primero tiene que ver con la ilusion, y
con el mundo como una ilusion, donde la gente se engana a sl misma volun­
tariamente. Ha lIegado otra primavera. EI sol es como un viejo acatarrado y
anemico, que sale y vuelve a ocultarse, espantado de "ver una tierra tan
nebulosa y tan turbia." Pero para los londinenses ese sol debil representa la
primavera; ven 10 que quieren ver, y se dejan lIevar "por la idea metaflsica de la
primavera" (OC 2: 422).
EI segundo paisaje, que ayuda a perfilar la parte final de la novela, se
describe cuando un sabado por la noche Natalia y Marla, al an dar de compras,
se encuentran con el senor Roche. La descripcion de "EI patio de la fuente"
comienza aSI: "Chari an do animadamente recorrieron aquellos rincones de