UMI - The University of Arizona Campus Repository

cemos al comienzo como "el hombre del caballo negro y del perro blanco."
Notamos diferencias de importancia en los rasgos cervantinos. En La dama
errante no tenemos a un maese Pedro y su "retablo de las maravillas." En
Baroja tenemos un ciego que recita un romance basado en un hecho real, el
crimen de don Benito. Por otra parte, "el hombre del caballo negro," don
Alvaro, no es un personaje de acci6n cervantino, sino un personaje abulico, sin
energfa, sin voluntad, que se esta pudriendo, porque se Ie ha inculcado que,
como caballero, no debe trabajar; es un personaje que, quizas, se acerque
mas al escudero de EI lazarillo de Tormes. En este adentramiento en el mundo
romantico del pasado, vemos que el romanticismo barojiano no descarta la
realidad, sino que la incluye. Este viaje por Extremadura ayuda a lograr un
esbozo de "el problema de Espana." Extremadura es otro sfmbolo de Espana,
en el sentido que Ie ha dado los fuertes a America; los debiles permanecen en
Espana, y los cucos se van a Madrid. Baroja sintetiza aquf los tres tipos de
personajes que senalamos en nuestro estudio: los debiles, los fuertes y los
astutos.
Es esta ia educaci6n que recibe Marfa Aracil. Es la educaci6n para el
conocimiento de la vida, ese largo proceso que apunta Schopenhauer.
En La dama er:rante, es en el personaje colectivo del pueblo donde se
encuentra el pesimismo schopenhaueriano. Uno de los lugares donde se
hospedan Aracil y su hija se llama "Ia venta del hambre." Marfa no sale de su
asombro de ver tanta pobreza. La duena se queja asf: "--jAy, Senor, que pena
de vida! iPara cuatro dfas que ha de vivir una en este mundo! jAy, que mundo
mas desenganado y mas triste, que todo son lagrimas, enfermedades y dolor!
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