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dotarle, desde el inicio, de <strong>un</strong>a terrible desgracia en la persona de aquellos a los que<br />
ama (han matado a su mujer, sus hijos, su hija querida, etc.), de tal modo que el<br />
espectador está de su parte, incluso en las peores violencias.<br />
En el film de Claude Chabrol, Que la bête meure, <strong>se</strong> trataba de partir de e<strong>se</strong> tipo de<br />
identificación fácil, adquirida instantáneamente (<strong>un</strong> mal conductor atrepella al hijo<br />
pequeño del protagonista) para intentar hacerla bascular posteriormente, mostrando a<br />
los personajes bajo <strong>un</strong> p<strong>un</strong>to de vista más ambiguo para ir, de e<strong>se</strong> modo, a contra<br />
corriente de la ideología de la «legítima defensa», y suscitar en el, espectador malestar<br />
y reflexión. Esto, siguiendo el ejemplo del maestro admirado por Chabrol, Fritz Lang<br />
(ver, Más allá de la duda, cuyo final hace que <strong>se</strong> tambaleen las aparencias planteadas<br />
al principio). La idenficación no es forzosamente <strong>un</strong> procedimiento cobarde de<br />
captación o de adormecimiento del espectador; puede <strong>se</strong>r cobarde la manera con la<br />
que <strong>se</strong> maneja.<br />
c) Se puede mostrar al personaje cometiendo <strong>un</strong> error leve, como en el caso de los<br />
niños (registrando, fisgando, cometiendo <strong>un</strong> pequeño hurto). «Una persona que<br />
registra no necesita <strong>se</strong>r <strong>un</strong> personaje simpático, el público siempre <strong>se</strong>ntirá aprensión<br />
hacia él», dice Hitchcock («Hitchcock-Truffaut», 58).<br />
También sabemos que hay <strong>se</strong>ntimientos y situaciones de ba<strong>se</strong>, con las que cada cual<br />
<strong>se</strong> identifica: los triángulos edipianos, explícitos o latentes (<strong>un</strong>a situación puede estar<br />
«cargada de Edipo», a<strong>un</strong>que los personajes no <strong>se</strong>an literalmente padre e hija, madre e<br />
hijo); los <strong>se</strong>ntimientos como el de<strong>se</strong>amparo, la «envidia» (celos con respecto al<br />
menor), la <strong>se</strong>nsación de <strong>se</strong>ntir<strong>se</strong> abandonado, etc.<br />
Evidentemente, <strong>un</strong>a narración que nos arrastra consciente o inconscientemente al<br />
p<strong>un</strong>to de vista (ver esa expresión) de alguien, nos conduce más fácilmente a<br />
identificarnos con él. Pero no olvidemos que la identificación, en el cine, es <strong>un</strong> proceso<br />
complejo: nos podemos identificar con varios personajes a la vez, identificarnos con la<br />
situación, etc.<br />
Nos podemos identificar, además, con <strong>un</strong> grupo. De ahí la existencia de ciertos<br />
problemas en el guión, cuando e<strong>se</strong> grupo <strong>se</strong> escinde en dos mitades enemigas o rivales<br />
y nada nos invita a desplazar nuestra identificación hacia <strong>un</strong>a parte más que a otra<br />
(Sorcerer, de William Friedkin). Quizá existan dos situaciones igualmente<br />
problemáticas para la identificación del espectador: cuando dos personajes (o dos<br />
grupos) simpáticos para el espectador entran en conflicto; pero también cuando dos<br />
personajes o dos grupos odiosos entran en conflicto.<br />
• Identificación y comparación<br />
«La comparación permanente, dice Vale (246), es <strong>un</strong>a f<strong>un</strong>ción, <strong>un</strong> elemento<br />
permanente de la identificación». Nos identificamos por comparación, favorable o<br />
desfavorable. Según él, los personajes desagradables o grotescos, exigirían <strong>un</strong>a<br />
comparación favorable del espectador. Hay que añadir que incluso <strong>se</strong> puede hablar, en<br />
ciertos casos, de <strong>un</strong>a contra-identificación basada en el principio: «me las arreglo<br />
mejor que él (o ella), soy más astuto, más simpático, etc.» En Pauline, nos contraidentificamos<br />
más con Marion, la presumida, contra la que todos están <strong>un</strong>ánimamente,<br />
que con Pauline, con la que nos identificamos. Una leve comparación favorable con el<br />
personaje-eje de la identificación, mostrándonoslo en situación de debilidad o de