Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
6. GANCHO, CEBO, TEASER<br />
• Gancho<br />
Ernest Lehman declara: «Siempre he creído que era necesario enganchar al lector lo<br />
más pronto posible, y no soltarlo n<strong>un</strong>ca; siempre tengo miedo de perder al público»<br />
(citado en Nash-Oakey).<br />
El gancho, el cebo, el anzuelo (hook) es, en <strong>un</strong> film, el acontecimiento impresionante,<br />
extraño, sorprendente, todavía enigmático, que <strong>se</strong> sitúa al principio de la historia para<br />
captar el interés, en vez de que esta ficción empiece simplemente por exponer el statu<br />
quo de los personajes. A menudo, esta escena impresionante de apertura está situada<br />
antes de los títulos del principio.<br />
En Mabu<strong>se</strong>, el gancho, es, en la escena inicial en la que Hofmeister <strong>se</strong> esconde, el<br />
ruido misterioso de máquinas y la situación todavía enigmática de e<strong>se</strong> hombre que <strong>se</strong><br />
esconde, no sé sabe por qué, y, ¿de quién?<br />
En Pauline, no hay gancho, pero sí <strong>un</strong> pequeño misterio: ¿cuál de las dos chicas que<br />
vemos charlando es la Pauline del título? En cambio, no hay gancho en Sansho ni en<br />
Tener y no tener, en la que la acción arranca de modo tranquilo y <strong>se</strong>guro.<br />
• Tea<strong>se</strong>r<br />
En la televisión, <strong>se</strong> llama al gancho «tea<strong>se</strong>r». Los autores recomiendan no hacer <strong>un</strong><br />
gancho, o <strong>un</strong> «tea<strong>se</strong>r» excesivamente espectacular por miedo a que, por comparación,<br />
haga parecer el resto demasiado soso y estático. Un gancho, <strong>un</strong> «tea<strong>se</strong>r», debe <strong>se</strong>r<br />
calculado en relación con toda la construcción del film, y con la progresión que <strong>se</strong><br />
quiere crear.<br />
El «tea<strong>se</strong>r» es, pues, en la jerga de telefilm o de <strong>se</strong>rie televisada, <strong>un</strong> breve momento<br />
de acción violenta e intensa, pre<strong>se</strong>ntado al espectador de entrada, con el fin de captar<br />
de inmediato su atención. A veces, está constituido, no por <strong>un</strong> momento particular de<br />
la acción, sino más bien por <strong>un</strong>a especie de banda-an<strong>un</strong>cio, que pre<strong>se</strong>nta<br />
anticipadamente momentos e imágenes de impacto de la acción venidera, que excitan<br />
la curiosidad por su carácter todavía enigmático, y que, al responder a la preg<strong>un</strong>ta<br />
implícita «¿tendremos derecho a algo de acción?», incitan al telespectador a tener<br />
paciencia.<br />
Otras veces, el «tea<strong>se</strong>r» pone en escena <strong>un</strong> drama, <strong>un</strong> crimen en el que el héroe<br />
(detective o justiciero de cualquier tipo) todavía no ha sido mezclado, y que constituye<br />
el enigma sobre el que va a ejercer su valor y su sagacidad. Otras veces también, el<br />
héroe ya <strong>se</strong> encuentra de lleno inmerso en la acción, bien <strong>se</strong>a ocupándo<strong>se</strong> de <strong>un</strong><br />
pequeño as<strong>un</strong>to <strong>se</strong>c<strong>un</strong>dario resuelto muy deprisa, bien <strong>se</strong>a inmerso en la acción<br />
principal, de la que <strong>se</strong> nos darán todos los datos más adelante.<br />
Nash-Oakey precisan: «Casi todos los «scripts» de la televisión empiezan con <strong>un</strong><br />
tea<strong>se</strong>r <strong>se</strong>guido de dos a diez actos, <strong>se</strong>gún la extensión del telefilm. Se necesitan los<br />
actos para las interrupciones de los espots publicitarios». Y, las autoras indican el