You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Entonces, <strong>un</strong>a voz muy débil, que sale de <strong>un</strong>a forma humana completamente<br />
encorvada, llega hasta los oídos del joven. Canta la canción de la madre. Zushio <strong>se</strong><br />
dirige hacia esa anciana sucia y ciega, la ob<strong>se</strong>rva largamente, y entonces, la estrecha<br />
en sus brazos. «¡Madre, soy yo, Zushio!» «¡Malo, dice la madre, que no <strong>se</strong> lo cree,<br />
sigues burlándote de mí!» Zushio le da la figurilla, que ella toca durante bastante<br />
tiempo con sus dedos de ciega, antes de pasar la mano por el rostro de su hijo, que<br />
por fin reconoce. «¿Dónde está Anju? ¿Dónde está tu padre?» «Muertos los dos,<br />
contesta Zushio, perdóname» «No digas nada, responde Tamaki, si estamos aquí<br />
re<strong>un</strong>idos es por que, probablemente, has escuchado a tu padre»<br />
La madre y el hijo <strong>se</strong> abrazan llorando, diminutos en el paisaje desolado de la isla,<br />
ante la orilla donde el pobre pescador sigue poniendo algas a <strong>se</strong>car.