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110 BOLETÍN DE LA ACADEMIA COLOMBIANA
acompañado de su segundo hijo, José Arcadio. Así toman parte los
otros miembros masculinos, llegando a ser su mismo nieto quien se
convierte en dictador, pero es fusilado al instalarse de nuevo en el poder,
el partido conservador.
Otro hecho que se reconoce en la trama, es la firma de la paz (en
Colombia se han firmado ya varios tratados de paz, de los cuales ninguno
ha sido permanente), esta paz permanece hasta el final de la
novela. Aureliano, ya cansado de la guerra, se retira a su casa y empieza
a fabricar pececitos de oro. Cada uno de los Aurelianos parece tener
un sino, como Aureliano Triste quien monta una fábrica de hielo, allí
deja a su hermano Aureliano Centeno y se marcha con la idea de traer
el tren, y lo hace; con el tren llegan el telégrafo, el gramófono y el cine
y a raíz de esos adelantos, el pueblo se convierte en el centro de desarrollo
de la región, inclusive extranjeros que comienzan con las plantaciones
de banano, con las mismas consecuencias históricas de las
bananeras de Urabá. Después de la masacre en las plantaciones comienzan
las lluvias que se prolongan por casi cinco años.
Dentro de los rasgos curiosos de los personajes de Macondo, encontramos
muchas actitudes del pueblo colombiano que, en vez de llorar
por sus desgracias, prefiere hacer chistes y reír para no morir de tristeza.
Es el caso de Úrsula quien dice que al final de las lluvias quiere morir,
entonces nace Aureliano Babilonia, el último miembro de la familia de
los Buendía. Lleva este nombre porque descubre, en los pergaminos de
Melquiades, que su apellido paterno es Babilonia y decide cambiar el
Buendía por este apellido. Cesan las lluvias y muere Úrsula dejando el
pueblo sumido en la desolación.
Comienza entonces, la decadencia de la familia y ya nadie se
acuerda de ellos en Macondo, por lo que Aureliano (el último de la
estirpe) se dedica a descifrar los pergaminos de Melquiades. Pero sucede
que este tiene un romance con su tía Úrsula Amaranta, quien
queda embarazada y nace, de ese romance, un niño con cola de cerdo
al que se comen las hormigas mientras su padre bebe aguardiente.
Úrsula Amaranta muere desangrada. Esto estaba escrito en los
pergaminos de Melquiades. Termina de leerlos y allí describe los vientos
huracanados con los que se acaba Macondo y él mismo muere,
acabando así la historia de ese pueblo, borrado de la memoria …«porque
las estirpes condenadas a cien años de soledad no tienen una
segunda oportunidad sobre la tierra».