16.07.2018 Views

275-276

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

32<br />

BOLETÍN DE LA ACADEMIA COLOMBIANA<br />

O esta estrofa, donde la conclusión escandaliza: Si marcho por mis<br />

culpas a destajo / y si voy siempre del pecado en pos, / Dios podrá<br />

perdonarme. Yo, carajo, / ¡yo nunca puedo perdonar a Dios!, que parece<br />

responder a su angustia existencial, como después dirían los filósofos<br />

sartreanos: Tú, que sacas a los muertos de las fosas, / oye, Señor, mi<br />

ruego y no te irrites: / Odio esta vida estúpida y tediosa; / cuando me<br />

muera, ¡no me resucites!.<br />

El odio, en síntesis, fue consecuencia lógica de sus actos. Había<br />

cosechado lo que sembró.<br />

Conversión y muerte<br />

Al final, ad portas de la muerte, Julio Flórez se convirtió a la religión<br />

católica. He ahí la última etapa de su existencia, que también lo es en<br />

el libro de su sobrina nieta, Gloria Serpa Flórez de Kolbe, cuya biografía<br />

se cierra precisamente con dicho pasaje, del cual señalaremos a continuación<br />

sus apartes más significativos. Veamos.<br />

Recordemos, sí, que él fue bautizado en su pueblo natal, Chiquinquirá,<br />

cuya Virgen milagrosa fue declarada Reina y Patrona de Colombia<br />

por el gobierno nacional. La religiosidad, por tanto, lo marcó en su<br />

infancia, hasta haber recibido el sacramento de la confirmación, cuando<br />

llegó a confesarse y comulgar. Además, a la muerte de su madre<br />

hizo la promesa de ir a misa cada domingo, que cumplió a cabalidad<br />

durante varios años.<br />

Luego se alejó de la fe -dice Gloria- «por su ideología política y sus<br />

excesos románticos», siendo ésta causa fundamental, según acabamos<br />

de anotar, del odio o rechazo que generó entre diversos sectores políticos,<br />

eclesiásticos y sociales, quienes lo acusaban ciertamente de ateo,<br />

apóstata, blasfemo y hasta necrófilo.<br />

El poeta, por su lado, mantuvo hasta lo último, a través de su intensa<br />

vida intelectual, esas actitudes en contra de la religión y la Iglesia,<br />

tanto que su relación con Petrona fue totalmente libre, sin ataduras<br />

sociales ni legales, por fuera del matrimonio, hecho que no importó<br />

siquiera cuando tuvieron sus hijos, a pesar del repudio colectivo, usual<br />

en tales casos para aquella época.<br />

Pero, las cosas empezaron a cambiar por la intervención, en primer<br />

lugar, del obispo de Tunja, monseñor Maldonado, y luego, que fue

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!