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BOLETÍN DE LA ACADEMIA COLOMBIANA
El libro de Lecturas está dedicado a la memoria de Larra, y en un
apartado de él dedica un capítulo a vislumbrar el pensamiento de Clarín:
Ama Larra apasionadamente la libertad de prensa; fue su vida toda
una interminable y tenaz batalla contra la censura ejercida en su
tiempo: la sutilidad y finura de su espíritu hizo que escaparan al
lápiz del censor conceptos e ideas indiferentes en la apariencia, pero
tremendos en el fondo. «Desde que tenemos una racional libertad
de imprenta –escribe– apenas hay cosa racional de la que podamos
hablar.» «En España no hay jaulas sino para los vivientes de pluma,
que no son otra cosa los escritores». 14
En este viaje interior por el alma de los escritores clásicos de España,
Azorín no solo pretende desentrañar el estilo y la intencionalidad de
los autores referenciados, también busca darnos unas pinceladas de su
vida histórica, íntima y familiar. Tomemos como ejemplo su estampa
del escritor Juan Luis Vives:
— Mas, ¿Qué hace nuestro Vives?
Estos son unos estudiantes que se hallan comiendo en una casa de
estudios; en el centro de la mesa hay una cazuela de guisado con un
braserico debajo para que no se enfríe; cada comensal tiene ante sí
un vaso transparente, un cuchillo y un tenedor; el maestro, o sea, el
amo de la masa, los preside a todos y les hace advertencias de cuando
en cuando, tales como que no se escarben los dientes, o que no
se apoyen en el codo, o que no remuevan los sombreros, para que
no caigan en el plato cabellos de sus guedejas largas y juveniles.
— Más ¿Qué hace nuestro Vives?
(…) – Dicen que lucha, pero no a fuer de buen luchador.
El Maestro se asombra, un poco.
— ¿Cómo así?
Y el estudiante explica sus palabras.
— Porque siempre lucha, pero con poco valor.
— ¿Con quién? – torna a preguntar el maestro.
— Con su mal de gota – replica el mozuelo. 15
14 Azorín. Lecturas españolas. Op. cit, pág. 112.
15 Azorín. Lecturas españolas. Ibídem, pág. 15.