275-276

164 BOLETÍN DE LA ACADEMIA COLOMBIANA
reconoce que «es más fácil hablar que escribir». Para eso, parte de una
verdad de a puño: «No escribimos como hablamos ni hablamos como
escribimos». Esta ya había sido expresada con otras palabras por «el
primero de nuestros lexicógrafos», 3 don Manuel Seco: «Nuestra conversación
no puede ser, no podrá ser nunca igual que nuestra redacción».
4 Al respecto, es bueno recordar el aforismo latino: verba volant,
scripta manent (las palabras vuelan, los escritos permanecen), que tiene
su equivalente en el refranero español: a lo escrito has de agarrarte,
que las palabras se las lleva el aire.
Termina el autor este último capítulo abordando la escritura en los
nuevos medios, como Twitter y WhatsApp, y tratando el uso de los
emoticonos o emojis y la ortografía de palabras y expresiones
modernillas o coloquiales.
Conclusión: Tenemos una obra sencilla, didáctica y muy agradable
de leer, llena de datos curiosos y razonamientos lingüísticos que nos
despertarán el interés por seguir conociendo los entresijos del idioma.
CLEÓBULO SABOGAL CÁRDENAS
3 Valentín García Yebra. El buen uso de las palabras. Madrid: Gredos, 2003. p. 339.
4 Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid, Espasa Calpe, 1993.
p. XV.