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SEPARATA 197
Se trata de una burla a quienes se hacían pasar por cristianos de vieja
tradición, por ejemplo para poder viajar a las Indias, como le ocurrió al
propio Cervantes, a quien se negó el pedido de un puesto en Cartagena
de Indias, Santafé de Bogotá o Guatemala, quizá por la sospecha de
tratarse de una familia de origen judío. En este entremés, todos simulan
ver lo que dicen los pícaros trúhanes, para no despertar sospechas sobre
su identidad familiar. Así parecen ver a Sansón, un toro, ratones y osos
colmeneros. Más allá del juego de apariencias, este entremés es una
reflexión sobre la verdad y la mentira en el teatro, la ilusión y la verosimilitud
de los asuntos que se muestran en los escenarios.
* La guardia cuidadosa:
Un soldado, de estirpe caballeresca aunque de condición paupérrima,
aspira al amor de Cristinica, mozuela que presta sus servicios
en casa de un hidalgo de solar conocido. También aparece como
pretendiente de la joven agraciada el sacristán Pasillas, quien aunque
es un gordiflón poco atractivo, atrae a la joven con una bolsa
cargada de monedas. La muchacha debe escoger entre el soldado
galante pero pobre, y el otro, que le ofrece una fructífera dote que
le garantiza una mayor seguridad para los tiempos venideros. Al final,
los supuestos derechos del caballero enamorado se ven menoscabados
por el halagüeño futuro que ofrece el sacristán, en vez de
una vida de estrecheces y privaciones. El amor poco tiene que ver
con ese negocio. El entremés, como muchos otros del mismo género,
termina con unas coplas que aluden de un modo sarcástico a las
pretensionesdel mísero soldado que pretende ser la guarda cuidadosa
de la doncella:
Porque donde hay fuerza de hecho
Se pierde cualquier derecho.
* El viejo celoso:
Aquí Cervantes dibuja un prototipo que viene desde los tiempos de
la comedia grecolatina, en especial de Plauto, a partir de cuyos personajes
se desarrolla gran parte de la comedia occidental, hasta llegar a
la Commedia Dell´Arte italiana, o las obras de Carlo Goldoni o Moliere.
El viejo celoso sería una especie del señor Pantalón, del canovacho de
los improvisadores de la Commedia Dell´Arte.El viejo enamorado, por
lo general de una muchacha joven, que sufre por los celos que le producen
los jóvenes pretendientes de la mujer que lo atrae.