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HOMENAJES<br />
51<br />
En su discurso de posesión, bautizado «Una hora de España» (que<br />
se refiere al corto período de treinta años, entre 1560 y 1590), Azorín<br />
hizo un recorrido detallado sobre personajes de esa época, decisivos<br />
en la vida española, como Cervantes, Fray Luis de Granada y, en especial,<br />
el rey Felipe II, cuya descripción en sus momentos postreros, leída<br />
por Vergara Silva, conmovió al auditorio.<br />
«Ahí aparece su mirada cinematográfica», precisó el conferencista<br />
al subrayar que dicha presentación académica es una de sus mejores<br />
obras, como «ensoñación magistral de la España pretérita y<br />
eterna».<br />
A propósito —agregó—, una descripción similar, en la obra En<br />
torno a Azorín, hizo de él Díaz-Plaja (quien ocupó su puesto en la<br />
Academia) sobre su vejez, cuando este «gran escritor, espejo profundo<br />
del alma española», fue víctima de la soledad, encerrado en<br />
su casa.<br />
Vargas Llosa, a su turno, declaró que «La ruta de don Quijote» es<br />
«uno de los más hechiceros libros que he leído», en obvia alusión al<br />
embrujo que padeció durante la lectura de sus diez y seis crónicas,<br />
«perfectamente concebidas».<br />
Las palabras resonaban en el solemne recinto de la Academia Colombiana<br />
de la Lengua, hecho que de manera simultánea sucedía en<br />
sus similares de España y América, cuyos actos respectivos son ahora<br />
de fácil consulta por internet.<br />
Relatos del viajero<br />
En vida de Azorín, los relatos de viajeros eran muy comunes en la<br />
literatura. Y él no fue la excepción. Al contrario, dejó numerosas páginas<br />
memorables de sus travesías a caballo, como se aprecia en «La ruta<br />
de don Quijote», y por tren, donde su prosa poética se paseaba a sus<br />
anchas en medio de la nostalgia.<br />
En general —según Vergara Silva— tales relatos, que describían el<br />
paisaje español, fueron usuales en la Generación del 98, pero en el<br />
caso de Azorín —agregó— era algo distinto no solo por el estilo sino<br />
por la técnica, «como si captara la esencia misma de las cosas», según<br />
es fácil constatarlo en sus andanzas por los pueblos de Castilla.