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BOLETÍN DE LA ACADEMIA COLOMBIANA
un verdadero desajuste emocional. Esta indisciplina y falta de acomodo
con lo tradicionalmente establecido se refleja también en su
estilo poético. A propósito de ello, dice doña Gloria Serpa: «Flórez
viola los cánones gramáticos y retóricos de los libros didácticos. Las
faltas contra la métrica, los versos prosaicos frecuentes en las composiciones
de poetas muy fecundos, las figuras exóticas, las imágenes
desproporcionadas,las bellezas que a manera de marmajas deslumbrantes
se confunden en el gusto de Flórez con las verdaderas piedras
preciosas que brotan espontáneamente de su cerebro encantado,
los artificios de la imaginación para mostrarse original, merecerían
de una crítica diversa de la que hoy modestamente empleamos, severa
reprimenda después de los defectos señalados en cada una de las
obras de Flórez». 4
No obstante, aun así, esa poesía espontánea y desigual, alcanza una
gran difusión y la convierten en la más popular de su tiempo. Y lo fue
porque el alma del pueblo se identificaba con ella, con sus dramas,
con sus tristezas, con su melancolía. Varios de sus poemas fueron vertidos
a canciones tal es el caso del memorable, «Mis flores negras» con
letra y música de Flórez, que hoy todavía se interpreta como una de
nuestras canciones más queridas y autóctonas. Otros de sus poemas
inconclusos también fueron puestos en canciones y publicados aún sin
la autorización del poeta. Tal era el furor de sus admiradores que perseguían
con fruición todo lo que de las manos de Flórez saliera. Muchos
de estos poemas desaparecieron y fueron atribuidos a autores ecuatorianos
o mexicanos.
No menos inquietantes para el momento social que se vivía fueron
sus poemas políticos con los que quiso hacer oposición a las doctrinas
de la Regeneración y que le ocasionaron problemas con Miguel Antonio
Caro y otros conservadores. En alguna ocasión se anunció un recital
de Flórez en el Teatro Colón. Conociendo Caro la orientación de Flórez
pidió que antes de que el poeta fuera a declamar, se le pusiera en conocimiento
el poema titulado «Oh, poetas» que recitaría ante un numeroso
público que lo admiraba y seguía. Pero al leerlo Caro encontró
versos inadecuados por lo directos y críticos como estos:
…………………………
4. Serpa Flórez de Kolbe, Gloria, pág. 103.