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El cuerpo nunca miente - Alice Miller

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sueño, y caí en estados depresivos. Cuando entendí que no había<br />

acuerdo posible, desaparecieron los síntomas.<br />

Lo que siguió a la publicación fue realmente un auténtico rechazo<br />

del libro y de mi persona por parte de mi mundo profesional,<br />

donde en aquel tiempo todavía me sentía «como en casa». Este<br />

boicot todavía existe, pero, a diferencia de mi infancia, mi vida ya<br />

no depende del reconocimiento «de la familia». <strong>El</strong> libro se ha<br />

abierto camino, y las afirmaciones antes «prohibidas» son hoy,<br />

tanto para los profanos como para los expertos en la materia, una<br />

evidencia.<br />

Son muchos los que durante este tiempo se han sumado a mi<br />

crítica del proceder de Freud, y la mayoría de los profesionales<br />

concede cada vez más atención a las graves consecuencias del<br />

maltrato infantil, al menos teóricamente. De modo que no han<br />

acabado conmigo y he sido testigo de cómo mi voz se ha impuesto.<br />

Por eso, por experiencia, confío en que también este libro<br />

sea algún día entendido. Incluso aunque al principio pueda sorprender,<br />

dado que la mayoría de las personas esperan ser amadas<br />

por sus padres y no quieren perder esta esperanza. Pero muchos<br />

entenderán el libro en cuanto quieran entenderse a sí mismos. La<br />

sorpresa disminuirá cuando se den cuenta de que no están solos<br />

en su conocimiento y de que ya no están expuestos a los peligros<br />

de su infancia.<br />

Judith, que en la actualidad tiene cuarenta años, sufrió de<br />

pequeña los más brutales abusos sexuales a manos de su padre.<br />

Su madre <strong>nunca</strong> la protegió. Mediante una terapia consiguió eliminar<br />

la represión y dejar que sus síntomas se fueran curando después<br />

de haberse alejado de sus padres. Pero el miedo al castigo,<br />

que hasta la terapia había permanecido disociado y que sólo gracias<br />

a ésta aprendió a sentir, persistió durante largo tiempo. Y fue<br />

sobre todo por eso, porque su terapeuta era de la opinión de que<br />

uno no puede estar sano del todo si rompe totalmente el contacto

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