16.08.2018 Views

El cuerpo nunca miente - Alice Miller

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

87/176<br />

No tengo que estarles agradecida a mis padres por existir,<br />

porque no querían que yo existiera. Sus respectivos padres les obligaron<br />

a casarse. Fui engendrada sin amor por dos buenos niños<br />

que les debían obediencia a sus padres y que tuvieron una criatura<br />

que no deseaban en absoluto; de haberla deseado, habrían<br />

querido que fuera un niño para los abuelos. En su lugar tuvieron<br />

una hija que durante décadas intentó con todas sus fuerzas hacerlos<br />

felices; una empresa inútil. Pero, como niña que quería sobrevivir,<br />

no tuve más remedio que esmerarme en ello. Desde el principio<br />

recibí la orden implícita de darles a mis padres el reconocimiento,<br />

la atención y el amor de los que mis abuelos les habían<br />

privado. Pero para intentar hacer eso, tuve que renunciar una y<br />

otra vez a mi verdad, a la verdad de mis propios sentimientos.<br />

Pese a los esfuerzos, durante mucho tiempo me acompañaron<br />

hondísimos sentimientos de culpa por no poder llevar a cabo lo<br />

que me habían ordenado. Además, estaba en deuda conmigo<br />

misma, me debía mi verdad. (Algo que empecé a intuir cuando escribí<br />

<strong>El</strong> drama del niño dotado, libro en el que tantos lectores reconocieron<br />

sus propios destinos). Sin embargo, ya de adulta, me<br />

pasé años y años tratando de ejecutar el encargo de mis padres a<br />

través de mi marido, mis amigos y mis hijos, porque el sentimiento<br />

de culpa estaba a punto de acabar conmigo cuando intentaba<br />

eludir las peticiones de otras personas de salvarlas de su confusión<br />

y ayudarlas. No conseguí hacerlo hasta mucho más tarde.<br />

Acabar con la gratitud y los sentimientos de culpa fue un paso<br />

importantísimo en mi camino hacia la ruptura de la dependencia<br />

de los padres interiorizados. Pero tuve que dar otros pasos: sobre<br />

todo, el de renunciar a la esperanza de que aquello que echaba de<br />

menos en mis padres, el intercambio espontáneo de sentimientos<br />

y la comunicación libre, todavía era posible. Fue posible con otras<br />

personas, pero sólo cuando comprendí toda la verdad sobre mi infancia<br />

y entendí que me había sido imposible comunicarme con

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!