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nuevo al tema que me ocupaba: ¿cómo debe de sentirse una niña<br />
que sufre abusos sexuales cuando, por ejemplo, su madre casi no<br />
la toca, porque la rechaza y, debido a su propia infancia, se impide<br />
a sí misma cualquier efusividad? Después esa niña estará tan<br />
sedienta de caricias que aceptará cada contacto corporal con gratitud,<br />
casi como la realización de un deseo apremiante. Pero de alguna<br />
manera se sentirá dolida cuando su padre, en el fondo, abuse<br />
de su verdadero ser, de su anhelo de comunicación auténtica y<br />
de contacto afectivo, cuando su <strong>cuerpo</strong> sea sólo utilizado con el fin<br />
de que el adulto se masturbe o confirme su propio poder.<br />
Podría ser que esta niña reprimiera profundamente sentimientos<br />
como la decepción, la tristeza y la ira por haberse sentido<br />
traicionada, por la promesa incumplida, y que siguiera abrazando<br />
a su padre porque no pudiera perder la esperanza de que éste<br />
cumpliera algún día la promesa de los primeros contactos, de que<br />
le devolviera la dignidad y le enseñara lo que es el amor. Pues, de<br />
lo contrario, no habría nadie más a su alrededor que le hubiese<br />
prometido amor. Pero esta esperanza puede ser destructiva.<br />
Podría ocurrir que esta chica sufriera de adulta una compulsión<br />
a la automutilación y tuviera que buscar terapias, y que<br />
cuando se hiciera daño experimentara una especie de placer. Poco<br />
más podría sentir, porque los abusos del padre la habrían llevado<br />
prácticamente a aniquilar sus propios sentimientos y éstos ya no<br />
estarían disponibles. O podría ser que esta mujer tuviera un<br />
eccema genital, como el que describe Kristina Meyer, la autora del<br />
libro Das doppelte Geheimnis [Doble misterio]. Se sometió a<br />
tratamiento con todo un abanico de síntomas que indicaban de<br />
modo inequívoco que de pequeña había sufrido abusos sexuales a<br />
manos de su padre. Su psicoanalista no tuvo esa sospecha de inmediato,<br />
pero según mi leal saber y entender, acompañó a<br />
Kristina hasta que ésta pudo rescatar de la más absoluta represión<br />
su historia de las crueles y brutales violaciones llevadas a cabo por