Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
77/176<br />
entendido, porque ha podido sentirlo, ya no necesitará más consejos.<br />
Sólo necesitará un testigo cómplice que recorra con ella el<br />
camino hacia su verdad, con quien pueda permitirse aquello que<br />
siempre ha deseado pero a lo que tuvo que renunciar: la confianza,<br />
el respeto y el amor a uno mismo. Y necesitará perder la esperanza<br />
de que sus padres le darán algún día aquello de lo que la<br />
privaron.<br />
Por esa razón ha habido hasta ahora tan pocas personas que<br />
hayan recorrido este camino, y por eso tantas se contentan con los<br />
consejos de sus terapeutas o dejan que las ideas religiosas les impidan<br />
descubrir su verdad. Más arriba he citado el miedo como el<br />
factor decisivo, pero creo que este miedo disminuirá cuando el<br />
maltrato a los niños ya no sea un tabú social. Hasta la actualidad,<br />
las víctimas de malos tratos han negado la verdad precisamente<br />
debido al miedo que sintieron en sus primeros años de vida, con<br />
lo que, por lo general, han contribuido a que dicha verdad se encubriera.<br />
Pero si las víctimas del pasado empiezan a explicar lo<br />
que les ha ocurrido, los terapeutas se verán también obligados a<br />
darse cuenta de la realidad. Hace poco oí a un psicoanalista<br />
alemán afirmar en público que por su consulta pasaban pocas víctimas<br />
de maltrato infantil. Una declaración sorprendente, pues no<br />
conozco a nadie que tenga síntomas psíquicos, y quiera someterse<br />
a tratamiento, a quien de pequeño no le hayan pegado. Para mí<br />
eso es maltrato, aun cuando a este tipo de humillación se le haya<br />
llamado desde hace siglos, y se le llame, «medida educativa». Tal<br />
vez sea sólo cuestión de definición, pero es una definición que, en<br />
este caso, me parece decisiva.