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partes a la pérdida de las apariencias y de la máscara con las que<br />
ya están familiarizadas impide el intercambio sincero.<br />
Entonces, ¿por qué este intercambio tiene que buscarse precisamente<br />
en los padres ancianos? En realidad, ya no son<br />
nuestros interlocutores; la historia con ellos de momento ha terminado,<br />
tenemos hijos y la posibilidad de dialogar con nuestros<br />
cónyuges. La paz que muchas personas desean no viene de fuera.<br />
Muchos terapeutas creen que esa paz se puede encontrar mediante<br />
el perdón, pero los hechos han refutado una y otra vez esta<br />
idea. Como es bien sabido, todos los sacerdotes rezan cada día el<br />
padrenuestro, rezan por lo tanto para que se les perdonen sus<br />
pecados, y añaden: «Como también nosotros perdonamos a los<br />
que nos ofenden…», pero eso no impide que algunos, obedeciendo<br />
a su pulsión a la repetición, violen a niños y a jóvenes, y cometan<br />
crímenes. Así protegen también a sus padres, y no se dan cuenta<br />
de lo que éstos les hicieron a ellos. De ahí que, en este caso, predicar<br />
el perdón no sólo sea hipócrita e inútil, sino también peligroso.<br />
Encubre la compulsión a la repetición.<br />
Lo que nos protege de la repetición es únicamente la aceptación<br />
de nuestra verdad, de toda la verdad, en todos sus aspectos.<br />
Cuando sepamos con la mayor exactitud posible lo que nuestros<br />
padres nos hicieron, ya no correremos el peligro de repetir sus<br />
abusos; de lo contrario, los cometeremos de manera automática y<br />
opondremos la mayor de las resistencias a la idea de que uno<br />
puede y debe romper el vínculo infantil con los padres que lo maltrataron<br />
si quiere hacerse adulto y construir su propia vida en paz.<br />
Tenemos que acabar con la confusión del niño, nacida de nuestros<br />
esfuerzos del pasado por disculpar los malos tratos y hallarles un<br />
sentido; así, como adultos, podremos dejar de hacer esto y también<br />
aprender de qué manera la moral de las terapias dificulta la<br />
curación de las heridas.