Decargar libro - Manuel Requena
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" 323"<br />
revelación, para mostrar claramente la imagen.<br />
Cuando aprendo a escuchar tu llamada, manifestada en el recuerdo vivo de tu<br />
nombre, como un eco de tu presencia en mí, me surge una necesidad suave de<br />
llamarte, de levantar a ti los ojos interiores que son regalo tuyo, y un fruto de la fe,<br />
y entonces oro. Entonces, una gota de tu gracia, se manifiesta como luz prendida<br />
en la Palabra, o en el silencio, y me voy contigo de camino, me admiro, y me<br />
entusiasmo... Aprendo que estás cerca, y que te dejas encontrar del que te busca,<br />
con corazón sincero, que es lo mismo que sencillo, llevado de la mano del Espíritu.<br />
Aprendiendo, me hago tierra tuya, prometida.<br />
…………………………………..<br />
¡Siémbrate en mi!,<br />
como grano que cae en tierra y muere,<br />
resucita, por fin, en una espiga,<br />
déjame ser la tierra que te envuelve<br />
mientras transformas tu fuerza solitaria,<br />
en compañía fecunda de un trigal.<br />
Tu ejemplo del grano de trigo que cae en tierra y muere, nos hace dirigir casi<br />
siempre la mirada, hacia el propio grano, que tiene que morir para dar fruto,<br />
desaparecer como grano y resucitar multiplicado en mil...., pero en verdad hay<br />
otros elementos en la parábola, que son vitales para el grano de trigo, y para ti,<br />
Creador de todo lo que existe, y de sus leyes. Un elemento esencial, como lo fue la<br />
Virgen para tu nacimiento, es aún hoy, la tierra donde caes como semilla nueva. La<br />
tierra como esencia del hombre. Su eterno femenino. Con todos los elementos<br />
propios de la tierra, que habrán de alimentarte mientras creces: el abono, el<br />
estiércol, los minerales y el agua que hacen fecunda la tierra que te envuelva<br />
mientras en tu caída, mueres y te levantas.<br />
¿Así es como vuelves a tu origen, al Padre que te ama? ¿Cayendo en esta tierra<br />
nuestra y muriendo?¿Tirándote hasta fondo del abismo del hombre, y<br />
levantándolo?<br />
Si es así, ¡ya no quiero ser grano de trigo!, quiero ser tierra que lo acoja y lo haga<br />
germinar y crecer, hasta multiplicarse en mil espigas. Quiero ser receptor de tu<br />
semilla... quiero escuchar tu voz. Quiero ser pura sed, para beber con ansia de tu<br />
agua. Quiero ser vividor de tu camino. Caminante sin pausa, que se alimente de tu<br />
paisaje puro, en la luz de tu Reino. Quiero ser hombre. Y para descansar,... el<br />
escondite que me tienes preparado, cerca de la corriente de las aguas, que pasa<br />
cerca y pura, porque viene de la fuente que limpia,.. aquella que sale de tu pecho.<br />
Cuando pueda salir del hoyo en que estoy preso... (Si pudiera....!) y haya pagado el<br />
precio de ser hombre que lucha contra ti, Israel de tu muerte, y de la mía, entonces