Decargar libro - Manuel Requena

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conociendo la gran verdad: MI ALMA ESTA UNIDA A TI, Y ES TU DIESTRA LA
QUE ME SOSTIENE.
Cuando se empieza a recibir la noticia, como novedad de un encuentro con alguien
que te importa, que te estremece por la cercanía y por la plenitud de ecos que
produce en el mar interior, cuando se empieza a recibir como alimento, como
energía viva, entonces, uno se da cuenta que ha sido bautizado, que es parte de un
todo, que es cristiano, o mejor cristiuno. Entonces empieza a entenderse el
versículo del salmo y en verdad: MI ALMA ESTA UNIDA A TI, Y TU DIESTRA
ME SOSTIENE.
Semejante verdad solo puede entenderse desde un mundo de experiencia. Teorizar
o teologizar sobre la unión del alma con Dios, es bastante estéril.
Más bien entiendo, que lo importante sería provocar al encuentro. Bendecir, o
hablar de tal modo de la experiencia, el que la tenga, que induzca a la búsqueda al
que no la tenga, y al recuerdo de que somos muchos los hermanos.
En realidad el Evangelio es esa especie de 'marqueting' espiritual, que abre la
puerta a la Luz, siempre presente y no reconocida.
Los grados que establece el salmo son dos, la unión y el sostén en la unión. Puede
que empiece la gran experiencia por fogonazos o luces de esa verdad, que se
presentan donde menos se espera uno, pero se hace mas gustosa, cuando no solo
se saborea que 'mi alma esta unida a Ti', sino que también y para siempre 'tu diestra
me sostiene'.
Y eso en todas las experiencias.
Es increíble como puede renovarse la vida, repitiendo actos y sensaciones que
creíamos perdidas, o superadas para siempre.
Belleza o fealdad, pobreza o riqueza, maldad o bondad, gracia o pecado, vida o
muerte, son aplicables a veces al mismo tiempo, a una misma cosa, según desde al
ángulo o punto de vista que se le mire. La misma realidad es siempre múltiple, y
puede dar lugar a múltiples situaciones y apreciaciones según el estado de
conciencia que la mide.
Eso que es obvio para cualquier situación de vida, es manifiesto en el trópico, y
quizás en Hispanoamérica en general. Nuestra experiencia de europeos es incapaz
de agotar la riqueza exuberante del trópico que como su vegetación, se manifiesta
en mil tonos y colores, que necesitan de mucho mirar y abrir los ojos para apreciar
sus gamas.
Así es mi vida ahora, rica en gamas de sabores de las pequeñas cosas que otras
veces quizás habría despreciado por insulsas, y que ahora se muestran llenas de
sabor.