Decargar libro - Manuel Requena

" 349"
toca vivir.
Semilla de la gracia que sembraste con sangre de tu pecho, y así nos obligaste de
amores, crece hasta hacerte un árbol donde aniden todos los sentimientos, los
pensamientos, las conductas, las fuerzas de los hombres de tu reino, los llamados a
tí.
Recurso del amor, fuerza viva que arrastras a la cima, al clímax del encuentro, no
nos dejes caer en el vacío de nuestro propio intento, de la arrogancia estéril, que
solo tiene una fachada,sin nido ni vivienda alguna.
Conocimiento digno de la ciencia del Padre, del Hijo y del Espíritu, esa es ahora mi
pasión y mi guía, la directriz de todas mis lecturas, en libros y en la naturaleza, en
el cielo y en la tierra, en lo visible y en lo invisible. Porque en todo te dejas
encontrar por el que Tú has encontrado, dándole ojos de ver y oídos de oír, tu
propio verso, tu Palabra preciosa, principio de todo lo que se dirige a Ti.
Concretar lo inconcreto en lo concreto, lo que no se ve en lo que se ve, la luz en
rasgos de tinieblas, lo infinito en límites de tiempo y de espacio....Si supiera
hacerlo, entonces, habría aprendido lo esencial de ser hombre, habría aprendido a
encontrarte, Hijo del Dios vivo, que te asomas a mi vida en forma de palabra
cargada de tí mismo, que puedo de algún modo, y casi por naturaleza, destilar y
descifrar, con esos de la fe, que también son un regalo tuyo.
Cuando decido separarme de todo para ti, es como si encontrara el camino de
vuelta hacia mi casa. Todo lo que me rodea, aunque me pareciese hasta ahora muy
estable, se convierte en paisaje del camino, que adorna el sentido de mi marcha,
pero no tiene el sentido final de mis esfuerzos. Y solo consigo ese estado de
conciencia 'respondiendo' a tu llamada, dejando que tu gracia se haga vida que
puedo expresar en la Palabra escrita. En ella me entretengo, y me examino, en ella
puedo saber que voy de camino, porque te tengo cada vez mas cerca. En ella me
alimento, me lavo y me adorno para el banquete que tienes preparado, traducido
en los signos eficaces de tu Iglesia.
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21- LA VERDAD
Salir a ti por la Escritura, por la Palabra que me describe, me pone en contacto con
mi verdad profunda, y me libera, es como salir a la mar. Puedo entender bien
aquello que dijiste: ''La verdad os hará libres''. Y creo que la verdad es el
conocimiento de tu persona, por el camino de la inteligencia emocional, o de la
emoción inteligente, que trabaja el campo de la memoria viva de tu nombre,
acogida en la fe. Recordar tu nombre, como lo dice tu Escritura, es como salir al
mar de la Verdad.