Decargar libro - Manuel Requena

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Es por eso que puedo dirigirme a El en la primera persona del plural. Es de Jesús y
mío, y de todos los que se dirigen a El, que van de camino hacia El. Es Padre de los
hombres. Del Hijo del hombre, como especie y como personas concretas. La
relación que supone la oración, abre en mí, cuando la pronuncio, de alguna manera
misteriosa, y por ser Palabra del hijo, la relación de toda la humanidad, incluido
Jesús, con el Padre de todos.
Pero es muy difícil decir nuestro, si no conozco al hombre, a mis hermanos, a Jesús.
Y cuando los conozco, lo mejor que puedo decir es nuestro, aunque también pueda
llamarlo mío, porque lo es en verdad.
“Nosotros”, somos los hijos de Dios, los que hemos nacido por el bautismo de la fe,
en la nueva semilla de vida que crece en la plenitud de su Ungido, el Cristo Jesús
de Nazaret. “Nosotros” somos los que hemos recibido al Verbo, al que el mundo
no conoció, y los suyos no lo recibieron, aunque no tenían, como pueblo, otra
misión que recibirlo. Nosotros somos todos los que tenemos la más mínima
posibilidad de recibirlo, sea cual sea nuestro estado actual, en compresión, en
religión, incluso en el pecado.
QUE ESTÁS
El que “ES” por definición, Yahvé, cuando yo le hablo, “está”. Se hace concreto
para mí como Padre. No solo es creador, Señor, Luz, Dios, infinito,
incognoscible..... sino que está ahí. Y el lo sabe, porque así lo ha querido, y así lo ha
hecho. Y Jesús me hace orar así, para que yo sepa que está. Es como la apertura de
mi relación de neuronas corticales hacia El, como el enfoque hacia donde debo
dirigir mi pequeña palabra, con la seguridad de que el que es, está para mí siempre
que oro. Y está para mí en relación con los demás, cuando me relaciono con todos
los demás, incluyendo a Jesús.
El ‘estar’ de Dios para mí y para todos los hombres, es el gran regalo de la
revelación de Jesús, es el fundamento del Evangelio de Jesús, que comenzó así su
predicación, ‘El reino está cerca, convertíos y creed en el Evangelio’ (Mc 1,15)
Aquí estas!!!.
No solo eres, y haces ser,
sino que estás.
Es lo mejor que has hecho para mí,
mejor que el sol y el firmamento entero,
mejor que el agua y sus formas de vida,
mejor que amores de mujer y de amigo,
has hecho la locura mas hermosa:
Estar conmigo.!
Gracias Señor
por hacerte en mi altar