Decargar libro - Manuel Requena

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9.- ACCION DE GRACIAS
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Gracias Jesús por regalarme la llamada a conocer tu nombre, gracias por
enseñarme que eres dueño de todo. En tu vida de carne se te tenía por un
carpintero de Nazaret, por hijo de José y de María, y ahora ni siquiera sé por lo que
se te tiene, quizás por el profeta, el que es bueno, el Señor, el Hijo de Dios,.... desde
luego para la mayoría no eres el hombre cercano, que ha vencido la muerte, y
contagia su plenitud de vida a todo el que lo ve, con esos ojos de mirarte que nos
regala el Padre, y que aquí, todavía, se llaman de la fe. Como el ojo de carne se
lubrica con lágrimas, el ojo de la fe solo puede estar vivo, lubricado y limpio, por la
Esperanza, y por las obras del Amor.
Gracias por hacerme sentir la cercanía de tu cuerpo de carne y de gloria, en ese
misterio que inventaste, tan absurdo para la mente humana, de cambiar la
sustancia del pan, que parece lo mismo, pero ya no es lo mismo, por la tuya actual.
Parece de trigo, pero en la realidad, tiene la esencia del genoma de María tu madre,
preñada en la plenitud del Espíritu, que explosionó en pleroma, nueva esencia del
hombre, conocida cuando resucitaste, e hiciste nuestro cuerpo celeste..... Tu sabes
lo que es, yo solo espero a que Tú me lo enseñes, cuando se rompa el tiempo, y
tires de aquel hilo de plata que me une contigo en el misterio ...
Gracias por el amor humano de los que como yo, te buscan en sus noches.
Gracias por dejarme tocarlos, y sentir que dentro de cada corazón hay algo mío, y
en el mío se quedan sus amores, goteando el encuentro...
Gracias por permitir que conozcamos a los que nos rodean, con esa forma tuya de
hacernos sentir que vamos de camino, hacia el amor perfecto, hacia el abrazo
eterno contigo y con el Padre, como Tú le pedías a tu Dios, según nos cuenta Juan
en su Evangelio.
Gracias porque me ama gente sin razón, que grita y gesticula cuando me ve, y yo
los oigo sin saber lo que dicen. Se que me aman, por ti, Jesús de Nazaret, y por tu
Madre, porque lo que es a mi,... ni siquiera me conocen.....
Gracias porque cada día me mandas un mensaje, y el de hoy ha sido claro como
tus cosas claras. Trabajar con sosiego, con tranquilidad, para comer el pan, y
ocuparme cuanto mas se pueda de tus cosas, que haces cada día nuevas para mí. Y
en ellas ver tu Luz, que es un buen lenitivo incluso para el cuerpo.
Gracias por la luz de tu Evangelio, traducido al leguaje de hoy.
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