Decargar libro - Manuel Requena

" 356"
Hoy te ofrecí la puerta de mi amor.
!ante la gente..¡
Grande, como la mar, a la que va mi río,
grande, como la flor del cactus que el estío
hace crecer y seca en poco tiempo...
Belleza, placidez, casi desesperada,
como la fuerza virgen del olvido,
enterrada en misterios,
alumbrada de cantos,
de ruidos y de noches estériles,
de llantos.
Así es la Iglesia que grita con tu ausencia,
cuando escondes el rostro,
cuando camina en el desierto santo,
buscando tus favores,
tus encantos,
tu tierra prometida,
en medio de quebrantos.
Así está el pueblo que vive de tu nombre.
Y así te busca siempre
detrás del signo vivo que te esconde
¡Sacramento en la fe,
juntando a Dios y al hombre!
Enséñame Señor, a observar y controlar el corazón. Que no me lleve más por sus
caminos de muerte, sino por lo tuyos de vida. Enséñame a vivir en la verdad del
corazón, no en la fachada de las cosas que aparecen, y que al final solo me traen
lejanía de ti. Enséñame a mantenerme en tu presencia por la oración humilde, por
la esperanza serena, por la fe segura. Enséñame lo antes posible a medir bien los
pasos que me acercan a ti, y abandonar inmediatamente las ocurrencias locas de mi
corazón que me alejan de ti, que ahogan y hieren incesantemente, la vida que brota
de tu mano.
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23.- TIEMPO FINAL
RECUERDO DE TU NOMBRE
Presiento que este tiempo va a terminar en encuentro contigo, Dios de mi cielo
azul, que escribes en las nubes, y tocas la memoria con gaviotas que en tríos
sobrevuelan la playa, donde camino, nuevo, en tu presencia.
En este hoy, he vuelto a descubrir la relación contigo, como fuente inagotable de
fuerza para 'ver luz', con tu Luz. Miro tu inmensidad, de fuente inagotable de
Palabra, que me abre tu puerta de presencia, y me veo subiendo una escalera con