Decargar libro - Manuel Requena

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los que le preguntan:”¿Tú quien eres?”, escoge las palabras claves del Evangelio:
“En arken” ... “Yo soy lo que os estoy hablando desde el principio”. Es como si
dijera: Yo soy la misma palabra que os estoy diciendo, y que sale desde el
Principio.... y va hacia Dios....
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Para empaparme de la Buena Noticia transmitida por Juan, me sirve esa palabra, DIOS,
como tu nombre por ahora.
¡Quién pudiera entrar por esa puerta sagrada de tus signos, escritos por la mano de tu
amigo, como si fuera la tuya, porque te tenía dentro...!. ¿Cómo has querido que sepamos tu
amor, que te sepamos, por unos signos escritos en un papel? Cualquiera de nosotros que no
sea analfabeto pede escribir, llenar papales con lo nuestro, ¡pero escribirte a Ti....¡ Déjanos
por lo menos leerte, con el sentido de la verdad con el que lee tu Iglesia, lo escrito por uno de
sus cimientos, de sus Testigos de la Palabra. Déjanos entender lo que se ha transmitido por
el tiempo, y lo traduce hoy la Iglesia, como la madre que le da el alimento a sus hijos, y que
incluso lo tritura cuando son pequeños, para que se alimenten..
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ÉL ES EL PRINCIPIO, QUE SE DIRIGE A DIOS.
OUTOS EN EN ARKE PROS TON ZEON
(1,2 ouœtoj h n eµn aµrxv^ pro`j to`n qeo@n.))
Repite Juan sintetizando, para redondear la idea que proclama, solo que aquí tiene
un gesto de enamorado, que luego se repite muchas veces en su Evangelio.
Cuando una enamorada habla de su amado, muchas veces ni pronuncia su
nombre, le basta decir ‘él’, como si todo el mundo supiera que no puede tratarse de
otro sino su amado, el único que puede llenar el contenido del pronombre personal
completamente. Para Juan, “ÉL” está desde el principio dirigiéndose a Dios, es el
principio que se dirige a Dios. Aunque sabemos que desde la primera letra del
Evangelio se está refiriendo a Jesús de Nazaret, es la primera vez que lo insinúa en
un pronombre. El mismo Jesús que el apóstol vio, oyó, contempló, y acarició con
sus manos... como dice en su primera carta, es el que está siendo el principio o
arquetipo que se dirige a Dios, y Juan lo anuncia ahora para que también nos
gocemos en su plenitud. ( 1Jn. 1-4)
Con el anuncio de la noticia viva, El viene; y al que escucha asa noticia se lo lleva
de camino hacía al Padre, se va con El.
Esa inercia, ese movimiento hacia el Padre, hacia la nueva realidad del Reino, más
allá y más acá del tiempo y del espacio, englobándolo todo, dándole sentido a
todo, que se traduce en tres palabras griegas, y dos en castellano, ‘pros ton Zeon’,
‘hacia Dios’, es el auténtico criterio de todo lo cristiano. Lo que sea hacia Dios, vale,
y lo que no lleve a Dios, no sirve.
TODO POR ÉL LLEGA A SER (SURGE o sucede), Y FUERA DE EL NO LLEGA
A SUCEDER NADA, (no importa nada) DE LO QUE EXISTE