Decargar libro - Manuel Requena

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la carne. Es el grito de S. Agustín, cuando describe ese mismo estado: me hiciste para
tíi, y estará mi corazón inquieto hasta que descanse en tí'.
La sed del alma, no es sino el primer toque de la presencia, el primer efecto de la
Luz del día eterno en el que va entrar el que madruga.
Después de haber sentido la presencia de Dios, la experiencia de la carne produce
un sentimiento como de 'tierra reseca, agostada, sin agua’, que va a contrastar con la
experiencia saciativa del espíritu, descrita después.
Quizás sea una experiencia necesaria, por la pedagogía de contrastes que es
consustancial a la naturaleza humana. Lo cierto es que la 'espiritualidad del
desierto', donde el estado natural de la tierra es ser reseca, agostada, sin agua,
parece siempre como previo a la experiencia del reino, bien en la contemplación,
bien en la acción.
El pueblo de Israel se formó y consolidó en el desierto, y el mismo Jesús no quiso
iniciar su vida pública, sin pasar por la experiencia de la 'tierra reseca, agostada,
sin agua', que significó su estancia en el desierto.
¡COMO TE CONTEMPLABA EN EL SANTUARIO
VIENDO TU FUERZA Y TU GLORIA!
O (quisiera contemplarte en el santuario, ver tu poder y gloria)
La experiencia del salmista ante la presencia de Dios, lo lleva a describir no solo la
experiencia de la carne, de la vida de sentidos en el mundo, resquebrajada ahora
por la comparación con el conocimiento de Dios, sino la experiencia contemplativa
en el templo, como signo de la vida religiosa, que también se le queda pequeña
ante la experiencia de la gracia viva.
El salto que hace el salmo, desde el desierto, desde la tierra reseca, a la
contemplación de Dios en el santuario, es sintomático del camino del pueblo, pero
de un camino que históricamente para el pueblo de Israel, terminaría en una
frustración, porque la Ley, y el santuario de Jerusalén no serían la cumbre de la
experiencia del hombre con Dios. Es la dicotomía paulina, y de toda la Iglesia,
entre la Ley y la gracia. La solución está proclamada por S. Juan en el Prólogo de
su Evangelio, y es la misma que ya desde antiguo anunciaba este salmo.
16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia.
17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés;
la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
La auténtica experiencia de Dios, será la de la gracia, como fundamento de toda la
vida en el Espíritu, mucho mas valiosa que la vida física, con todas sus
posibildades..
TU GRACIA (tu amor) VALE MAS QUE LA VIDA
TE ALABARAN MIS LABIOS.
Es el gran descubrimiento de la vida espiritual, necesario para iniciar con fuerza el
camino del despojo. La fuerza de la gracia que está por encima de la vida física. Es
como si dijera que mas allá de esta vida física, que para el salmista está ahora