Decargar libro - Manuel Requena

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Y ALZARÉ LAS MANOS INVOCÁNDOTE. (en tu nombre levantaré mis manos;)
6.- ME SACIARE COMO DE ENJUNDIA Y DE MANTECA,(en explendido banquete)
Y MIS LABIOS TE ALABARAN JUBILOSOS.
7.- EN EL LECHO ME ACUERDO DE TI
Y VELANDO MEDITO EN TI, (en ti medito en los insomnios de la noche.)
8.- PORQUE FUISTE MI AUXILIO
Y A LA SOMBRA DE TUS ALAS CANTO (grito)CON JUBILO;( me recreo)
9.- MI ALMA ESTÁ UNIDA A TI,
Y TU DIESTRA ME SOSTIENE. (me abrazo a ti con toda el alma, y tu diestra me sostiene).
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La dirección, y el sentido de marcha de la Palabra de este salmo es insuperable
por su claridad y precisión. Y en ese movimiento de vaivén, de ir y venir de la
atención, en doble dirección hacia Dios, y hacia la propia alma, en ese movimiento
del alma hacia el Padre, y hacia sí misma, quiero hacer una reflexión piadosa, que
me ayude a estar mas tiempo en presencia de la Palabra, también con la esperanza
de que leyéndolo alguien, disfrute como yo, y conmigo, de este estado de
conciencia que provoca esa Palabra en la expresión del salmista, y que no es otra
cosa que el mismo Cristo en nosotros, dirigiéndose como siempre desde el Padre a
nosotros, y de nosotros al Padre.
Este salmo se canta en Laúdes de la semana primera del salterio de la liturgia de
las horas, y en todas las Solemnidades. No se canta entero, pero quiero comentarlo
en su edición y recorte litúrgicos, porque siempre me ha parecido un compendio
de todo el camino espiritual, de todo el camino hacia la experiencia de Dios que
supone la revelación proclamada en el versículo 9: mi alma esta unida a ti y tu
diestra me sostiene. Saber eso, saborearlo y sentirse seguro, sostenido, en la
derecha de Dios, es sin duda la 'tierra prometida' de Abraham, y aunque parezca
diferente, es la misma actitud de confianza de Jesús en la cruz, cuando antes de
morir dijo 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu'.
Estar sostenido por la derecha Dios, es el estado actual de Jesús de Nazaret, de
todos los que ya están con El, y el que se promete al hombre justificado por su
gracia.
Una panorámica del salmo, fijándose especialmente en la dirección de la minada
del salmista cuando usa los conceptos, y el orden en que los usa, es muy
ilustrativa, antes de entrar a disfrutar los propios conceptos, que son como el
ambiente del salmo.
La primera mirada del salmista, su primer impulso de palabra, es hacia Dios, en la
experiencia que tiene en si mismo de ‘su Dios’. Desde ella, desde esa experiencia