Decargar libro - Manuel Requena

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tienen ya alguna experiencia de su llamada, y aunque sea solo un poco, de la sed
que supone el amor... Es como si uno tuviera mucha sed, y le dan un buen vaso de
agua, hablándole del vaso, de la fuente, o del tiempo que hace... lo único que le
quitará la sed es el agua que está bebiendo, no la teoría. Así es la escritura de S
Juan, agua para beber, luz para ver, vida para vivir...
Voy a leerlo ahora verso a verso.
EN EL PRINCIPIO ESTÁ LA PALABRA.
EN ARKE EN O LOGOS
(1,1 En aµrxv^ h n o´ lo@goj)
Comienza el Evangelio como el Génesis: ‘En el principio..’ Y vinculando ese
principio, a la Palabra creativa: ‘Dijo Dios…… y existió’. Aquí S. Juan lo dice
claramente como veremos luego, ‘Todo fue hecho por El Verbo’
No creo que se trate de una teoría temporo-espacial de la palabra. Quizás sería
importante para entenderlo relacionado con uno mismo, con nosotros, como una
palabra que nos explica lo que nos está pasando mientras estamos viviendo en este
tiempo-espacio que nos limita, el entenderlo como Teoría o Zeoría eterna. Es decir
una zeoría o teoría, (de Zeos y rios= vida, o río) como un movimiento o corriente
de luz, que explica su propio movimiento. Y eterno es como decir sin tiempo y sin
espacio. No puedo entenderlo o abordarlo bien intelectualmente, en este estado
cultural nuestro, porque casi todas mis ideas vienen de parámetros del tiempo y
del espacio, y en ellos se desarrollan, pero con el ojo de ver el misterio que me da la
fe, y que es propio solo del hombre nuevo, lo puedo al menos intuir, a por qué no
decirlo, conocer aunque sea como en un espejo.
Para intentar actualizarlo, cambio los tiempos del verbo ser, del pasado al presente,
porque el VERBO no tiene tiempos, o mejor dicho los tiene todos en la mano, por
ser eterno. Y por eso lo traduzco todo al presente, entonces la luz que expresa Juan
en pretérito, se hace como mía, de ahora, de este preciso instante en el que vivo.
En el principio está y es, la palabra.
El “principio”, como fonema castellano, no me traduce la intemporalidad del
Verbo, y prefiero pensar en el “arke” griego, que sugiere, no un principio, como
teoría cósmica de inicio, posible de medir con medidas de tiempo o de espacio,
sino de “arque-tipo”, de idea matriz de todas las ideas, de fuerza primera que
mueve los impulsos, del centro de mando de navegación de la vida, del “disco
duro” de todo el universo... Donde brota lo mas mío que tengo, lo único mío para
siempre, el Logos, protopalabra, la Palabra primera, el chorro creativo de vida,
que me hace a mi ser ‘yo’, a ti ser ‘tú’, y El…...
“EL Principio es la Palabra”, sería una buena traducción para el propósito de
buscar a Jesús dentro de mí, que es el objeto de este estudio.
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Palabra que me creas y recreas constantemente desde el principio eterno donde brotas,
enséñame también a responderte, como quiere el Espíritu que nos enviaste al retornar al