Decargar libro - Manuel Requena
Decargar libro - Manuel Requena
Decargar libro - Manuel Requena
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
" 336"<br />
espiritualidad concreta, del Sagrado Corazón. Cristo, o Jesucristo, parecería como<br />
más sobrio, más definitorio de tu persona salvífica. Pero leyendo el Nuevo<br />
Testamento, sí se pronuncia tu nombre con el estilo de ser que a ti te gusta. Te<br />
nombran los que te conocen, tus evangelistas, los que te tienen dentro y tienen el<br />
mandato de proclamar tu nombre, tu presencia. La gran técnica de encontrar la paz<br />
que le trajiste al mundo de parte de tu Padre, es pronunciar tu nombre. Con los<br />
requisitos que tiene su pronunciamiento. No puede pronunciarlo en verdad, quien<br />
no te ame, ni puede recibir la riqueza interior de su pronunciamiento, quien no<br />
conozca, siquiera por oídas, como aquel ciego del camino, tus apellidos, de Cristo,<br />
Salvador, Hijo del Padre, El Señor, el de Nazaret, el que reparte la gracia......<br />
Bendecir tu nombre, no es sino pronunciarlo bien, como Dios manda, hincando en<br />
tierra la rodilla de nuestro orgullo de saberlo todo, y dejándose impregnar de la<br />
esencia que brota de tu “jaris”, de tu gracia. Entonces, como hizo aquella doncellita<br />
de Nazaret, la humilde, se produce para nosotros el milagro de SABERTE, de<br />
dejarte entrar y que Tú entres. Y si quieres, te quedas con nosotros unos días, o<br />
años, ..... total, si vas a estar ya siempre con los que saben pronunciarte, ¡vamos a<br />
empezar ya! JESÚS.<br />
El sitio mas cercano que tengo de encontrarte, es seguro tu nombre entrañable, que<br />
pronunciado con todas mis entrañas se hace entrañado. JESÚS de Nazaret. Es<br />
como si te hubieras hecho nombre para mí. JESUCRISTO. Pronunciar tu nombre,<br />
es como abrir la ventana en las mañanas y dejar que entre esa bocanada de aire que<br />
viene de la noche purificado y fresco, que cura y pacifica, y marca la diferencia con<br />
los otros nombres.<br />
13.- TRABAJO PARA TI, DICIÉNDOTE<br />
¿Qué trabajo te gusta que te haga? Aquí tienes mis manos que pediste al principio,<br />
alzadas hacia ti.<br />
¿Quieres que talle figuras de tu hijo en la Cruz, y que vaya saliendo de mí, como<br />
“engendrándolo” en la madera, como Tú lo conformas en el seno de la historia<br />
viva de los hombres? Gran cosa es el regalo del arte, que le has dado al hombre<br />
como signo sensible de la armonía invisible. A mí me dicen que tengo algo de<br />
artista, pero la verdad es que solo soy un pobre buscador de experiencias internas<br />
de armonía. Donde la encuentro, ahí me quedo con ella todo el rato que puedo.<br />
Con una piedra sola, o con un hombre cantando o pintando o esculpiendo, porque<br />
todo está hablando de Ti, para el que sabe oír.<br />
Si aprendiera a decirte,<br />
profesional sería de tu nombre,<br />
haciendo de mi vida, profesión del encuentro<br />
que necesita el hombre.