Decargar libro - Manuel Requena

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Nazaret. Aceptar un testimonio, que tiene vida dentro, que lleva la vida al que lo
acepta. Eso es lo que Juan nos cuenta en el Prólogo de la Primera Carta, la forma
en la que se produce la comunión. Os anunciamos la vida eterna que estaba en el seno
del Padre y se nos manifestó....´ O sea, que lo que vieron los Apóstoles y anuncian, es
la vida que estaba en el seno del Padre, que nació entre nosotros, que se manifestó
y se convirtió en el contenido esencial y profundo del Evangelio.
La manifestación de la vida que está en el Padre, comienza justamente en la
Navidad. Esa es la primera 'manifestación en la carne', la primera epifanía. La
'vieron' unos cuantos pastores, guiados por el canto y anuncio de ángeles, (vamos a
Belen a a ver eso que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado). La vieron los
magos, guiados por la estrella. La 'vieron' en el templo dos ancianos, Simeón y
Ana, que servían al Espíritu. La vio Juan el Bautista, y por sus ojos, la vieron los
primeros Apóstoles que 'vieron', Juan y Andrés, que siguieron a Jesús, 'vieron donde
vivía', y se quedaron con El ese día.
'Lo que ven nuestros ojos', como frase gnóstica, de la escuela de luz del
conocimiento, de S. Juan, es una revelación de la puerta del Camino, de la entrada
en el mundo endotérico de la fe. Lo que ven ''nuestros ojos'' es 'la vida escondida
en el Padre y que se manifiesta',
Por eso, no se queda solo en una visión o experiencia privada, sino que tiende
necesariamente a manifestarse por el testimonio de los Apóstoles, en la comunidad
de fe, continuado por la Iglesia. La vida se les manifestó, y se sigue manifestando
en su testimonio, a todo el que lo escucha. Ese es el sentido de la reiteración
constante del prólogo, que describe como en una espiral, la técnica de
evangelización.
PUES LA VIDA SE MANIFESTÓ Y NOSOTROS LA HEMOS VISTO, Y DAMOS
TESTIMONIO Y OS ANUNCIAMOS LA VIDA ETERNA QUE SE DIRIGE AL
PADRE Y SE NOS MANIFIESTA, LO QUE HEMOS VISTO Y OIDO. OS LO
ANUNCIAMOS PARA QUE TAMBIEN VOSOTROS ESTEIS EN COMUNION
CON NOSOTROS.
1,2 kaiÁ h´ zwh` eµfanerw½qh, kaiÁ e´wra@kamen kaiÁ marturou^men kaiÁ aµpagge@llomen
u´mišn th`n zwh`n th`n aiw½nion h¤tij h n pro`j to`n pate@ra kaiÁ eµfanerw½qh h´mišn
La comunión en la vida de Dios, la "koinonía" en la vida del Padre y del Hijo, es
decir la comunión en el Espíritu Santo, es el principio y fin del camino, el sentido
de todo el Evangelio, y los escritos del Nuevo Testamento.
Lo que Juan vio desde ‘el Principio’, y ahora anuncia por escrito, no es una
investigación científica sobre el origen de la vida animal o cósmica, sino que es 'la
vida eterna, la que se dirige al Padre y se nos manifiesta....' Como si dijera que el
Camino eterno se nos hizo asequible, caminable, cercano, reconocible, y