Decargar libro - Manuel Requena

" 93"
entonces mas seguro de encontrar a Dios. No es que las contraponga simplemente,
sino que las relaciona. Es un tema superiormente tratado por S Pablo, y me voy a
limitar a lo que en una lectura tranquila y sencilla me llama la atención:
Es la primera vez que Juan llama al Maestro Jesucristo. Ahora se trata de una
proclamación solemne de la fuente de la gracia y la verdad, y quiere que todos se
enteren de su nombre: JESUCRISTO. Eso era bastante para los que venían del
judaísmo, arrastrando la Ley, y para los que venían de fuera, atraídos por la
libertad interior que les produjo su nombre. El pronunciar su nombre, conlleva la
experiencia de su gracia y su verdad. No es solo algo que pasó, es un presente
eterno, que experimenta el que conoce y pronuncia su nombre.
El pronunciar su nombre, no es para profanos, para quienes no han gustado aún de
su gracia y su verdad, sino para el que ya ha escuchado su voz, y aunque en el
misterio, ha gustado lo que nos trae cuando lo nombramos, y cuando lo cantamos,
y cuando lo aplaudimos y admiramos, y cuando lo sentimos con ese gozo que
produce su presencia al nombrarlo: la ALE-GRÍA jesucristiuna.
(No se por qué nos llamamos cristianos. En auténtico rigor nos deberíamos llamar
CRISTI-UNOS. Quizás aceptamos sin rechistar un nombre que nos impusieron los
de fuera de la fe, allá en Antioquia. No me parece que sea un nombre que nos
hallamos puesto desde dentro).
A DIOS NADIE LO HA VISTO JAMAS, EL UNICO ENGENDRADO POR
DIOS (MONOGENETICO DIOS), QUE ESTÁ SIENDO SIEMPRE EN EL
SENO DEL PADRE, EL NOS LO INTERPRETA.
ZEON OUDEIS EORAKEN POPOTE, MONOGENES ZEOS O ON EIS TON KOLPON TOU
PATROS EKEINOS EXEGÉSATO.
(1,18 qeo`n ouµdeiÁj e´w½raken pw½poteÄ monogenh`j qeo`j o´ wn eij to`n ko@lpon tou^
patro`j eµkeišnoj eµchgh@sato.)
El monogenético de Dios, el único que es engendrado en la raza humana
directamente por el Padre, de su misma esencia, está siendo en el seno del Padre,
en ese gerundio eterno del verbo ser que emplea ahora Juan y que llamamos Dios.
Y El es el que nos hace la exégesis del Padre, nos lo interpreta, lo escenifica entre
nosotros, y nos mete en esa opera suya, que tiene el escenario preparado en EL
SENO DEL PADRE.
No es algo que pasó, sino que está pasando, de forma permanente, y en esa
‘explicación personal’ no conviene meterse. Es la desnudez de la vida de uno con
Dios.
---------------