Decargar libro - Manuel Requena
Decargar libro - Manuel Requena
Decargar libro - Manuel Requena
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
" 337"<br />
Si aprendiera a decirte, sería<br />
como el caño abundante de una fuente.....<br />
Si aprendiera a decirte... te diría,<br />
eternamente.<br />
Decirte entero, Dios, nunca puedo. Nadie ha podido nunca, ni Jesús siquiera, pero<br />
decir de ti, poquito a poco, hablar siempre de ti, va llenando de gracia mi<br />
experiencia, y nace un río de luz, como un hilo de agua primero, y gran río<br />
después.<br />
--------------<br />
¡No soltaré la pluma de mis manos hasta que encuentre la forma de decirte! Como<br />
David cuando no pensaba dar reposo a su cuerpo, hasta encontrar el lugar de tu<br />
Templo, y lo encontró por fin en el soto de Jaar, en Efrata.....<br />
Esa fue mi intención, pero fue vana, una fantochería, porque ya estás dicho entero<br />
en tu Palabra. Sería más correcto decir que no voy a darme descanso cada día,<br />
hasta que no te escuche. Así cumplo mi voto de ob-audiencia, recibiendo la luz de<br />
tu semilla, escribiendo la traducción que mis códigos de lengua me permitan, hasta<br />
que diga desde principio a fin toda tu obra. Porque tu eres el principio y el fin, y lo<br />
de en medio.<br />
+++++++++++++++++++<br />
15.- CARNE Y MENUDENCIAS<br />
Este año quiero contar día a día tu experiencia interior. Contar ese fenómeno<br />
incomprensible casi, de tu comprensión. Menos mal que la fe nos ayuda.<br />
Te he visto como un niño o una niña, no se bien lo que era. Lo que si sé es que me<br />
pareció precioso. Y me mandaste ponerme detrás tuya, donde estaban los tuyos: tu<br />
Madre y tus hermanos, y José, el soñador, que nos cuida en tu gracia, parida en<br />
cada uno por tu madre.<br />
Gracias por estar transformando mis pasiones profundas, en más profundas. Por<br />
dejar que tu amor de ágape, inunde las barreras de la carne, y salga hacia los otros<br />
amores, sin ofensas, sin atraerlos yo, ni rechazarlos, sino tu luz que me los pone a<br />
raya.<br />
Te pido que remedies los defectos de mi oración común, de mi encuentro con<br />
otros.<br />
Te ruego que transformes mis signos de la carne en experiencia tuya para otros.<br />
Como hiciste Tú mismo, antes de entrar en ese mundo mágico y eterno de tu<br />
Padre. En ti sería más fácil, porque tu carne era pura transparencia del Verbo, pura<br />
esencia de Dios entre nosotros. Carne limpia, no solo limpia de pecado, sino