Decargar libro - Manuel Requena

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personas que me rodeaban, el entusiasmo que produce descubrir cosas muevas,
pensando que alguna vez pueden entrar en tu ámbito de vida, siendo tuyas o no,
pero en tu vida, en relación contigo. Todo eso ya lo quiero y obtengo de ti, pero me
falta la perseverancia. Llegar hasta el final de cada día, habiéndote tenido solo a ti.
Antes pensaba que era empobrecerme, ahora estoy convencido que no hay otra
riqueza que merezca la pena.
¿Cómo agradecerte tanto amor?
En el silencio sonoro de mi alma que llena tu palabra, y la riega en el constante
fluir de tu presencia. ¡GRACIAS SEÑOR PADRE, GRACIAS SEÑOR HIJO,
GRACIAS SEÑOR ESPIRITU SANTO !
17.- MILENIO
Palabra del amor, que llenas la Escritura desde el primer impulso del Espíritu, en
este siglo nuevo que comienza, enséñanos a leerte en todo lo que ocurra hasta que
llegue tu aparición gloriosa. Enséñanos a leer los signos de los tiempos, para que te
esperemos despiertos, como querías Tú, y nos ha repetido tu Iglesia en estos dos
mil años, o 'dos días de mil años cada uno', que lleva de existencia. ¿Será que ya y
está a punto de ver abiertamente a su esposo, que resucita y vuelve a la presencia
de su Iglesia, en el día tercero? ¿Será en el tercer milenio?
* * *
Historia del amor de amistad que me has dado para que sepa lo que significa la
palabra 'amigos' que pronunció tu Hijo, cuando llamó amigos a los doce, y a
Lázaro, y a Abraham, y a tantos en la Historia del Amor del hombre contigo: La
historia de la salvación, que es como la historia de la Vida-
Me interesan todas las formas de vida que has creado, son como la respuesta de la
tierra a tu abrazo y bendición. Son como el patio de juegos de tu hijo en el cosmos.
Y más hermoso aún que todas ellas, es el hombre descubriendo tus cosas, con
ciencia y con sabiduría. Reconociendo la relación interna de todo lo creado, las
partes de cada ser entre si, y de unos seres con otros, que es la ciencia, y de todos
los seres con su creador, que es la sabiduría, como regalo especial que le has dado
para que sea hombre, maravilla de tu creación, que cuando vive la relación íntima,
desde dentro, con otros y contigo, que eres la cumbre de todo, se convierte en
amor, como Tú.
Por eso el Profeta Daniel, ordena a todos los elementos y animales que te alaben, y
aunque ya lo hacen por si mismos viviendo, lo hacen también mejor por la voz del
profeta, que ordena la alabanza.
Enséñame Señor a poner en mi boca la alabanza de todos los que en este tiempo
tendrían que alabarte. Los hombres de todas clases, y pueblos y naciones. Los
animales y las plantas que nos quedan. Los cielos, que ya no están tan lejos, ni son